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Tere: "Para mí, tatuar es dar lo mejor de uno"

Joven penquista se abrió camino para cumplir su sueño de ser tatuadora y que las personas se sientan orgullosas de llevar sus diseños en la piel.
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Amada Contreras Cáceres

Darlo todo por algo que te apasione, no sólo pensando en qué quiere el mundo para ti. Tal fue la inspiración de Teresa Ruz, quien decidió seguir sus sueños y dedicarse a lo que de verdad le llena: ser tatuadora.

A los 18 años, Tere, como la conocen, se hizo un tatuaje por primera vez, iniciando su historia con este arte. "Comencé a tatuar en el 2012, pero era esporádicamente, más que nada durante el verano, porque no tenía tiempo con la universidad", explica la joven penquista.

En ese tiempo, se había decido por estudiar Arquitectura en la universidad, pero al mismo tiempo, cuenta, aprendió a tatuar de forma autodidacta, ya sea viendo videos o con especialistas en este arte, quienes le enseñaron cómo armar una máquina.

"Mis papás querían algo más formal para mí, pero ahora me apoyan", expresa. Por ello, aunque es licenciada en arquitectura, no ejerce como tal: desde hace aproximadamente siete meses se desempeña en un estudio de tatuajes en el centro de Concepción. Hoy, puede decir con orgullo que hace lo que más le gusta.

A pesar del poco tiempo que lleva, Teresa ha vivido sus propios triunfos personales. Ha sido invitada a ferias del rubro, en donde incluso ganó el primer lugar en su especialidad, que son el puntillismo y las líneas.

Lo que más destaca Tere de su presente es que "no veo el tatuar como un trabajo, sino como algo que me apasiona".

Y es que para esta joven tatuadora penquista, el plasmar diseños en la piel es más que sólo una fuente de ingresos: asegura que los que se dedican a esto deben tomar conciencia de que, para muchos, el tatuaje significa todo un rito en sus vidas, y que será algo que llevarán siempre.

"No es sólo dinero. Tatuar significa dar lo mejor de uno y que la persona que lleve el tatuaje esté orgullosa de lo que tiene en la piel", subraya.

Además de crear sobre la piel, lo que también le gusta de su labor es la conexión que se crea con la persona que va a realizarse un tatuaje. Tere explica que para hacer un diseño hay toda una conversación con el cliente, en donde se da el tiempo de entender lo que quiere.

"Conoces a la gente y llegas a entender lo especial que puede ser para ellas", agrega.

Por eso uno de los fuertes de Tere es la cercanía con las personas, manteniendo un diálogo constante con la gente a través de sus redes sociales.

Ser mujer

Teresa Ruz cuenta que cada vez hay más mujeres dentro del mundo de los tatuadores, pero que a pesar de esta nueva realidad, muchos se siguen sorprendiendo cuando la conocen.

"En el estudio donde trabajo hay solamente hombres, así que siempre me preguntan cómo me siento al estar rodeada de hombres", comenta.

Admite que esto igual la hace sentir en cierta forma especial y feliz de marcar la diferencia en un oficio que se abre cada vez más a las mujeres.

"Existe también una confianza diferente por ser mujer, en especial con otras mujeres", concluye la artista.

"Quiero que la persona que lleve el tatuaje esté orgullosa de lo que tiene en la piel"

Tere Ruz, tatuadora