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Millonaria limpieza de vagón tuvo que asumir Biotren tras ser rayado

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Justo en el día del aniversario de Fesur, y en la conmemoración del Día del Trabajo, un carro del Biotren fue objeto de un graffitti por parte de desconocidos.

El hecho fue reconocido por el gerente de operaciones de la empresa, Jorge López, quien además recordó que no es la primera vez que ocurre un hecho así y, aunque Fesur ha tomado acciones legales en contra de los responsables, sólo en algunas oportunidades ha sido útil hacerlo, aseguró.

"Al parecer hay una suerte de competencia por ver quién pinta o no pinta el tren y ver qué cosa es capaz de hacer, desconozco en detalle, pero conlleva un perjuicio no sólo al tren, sino también al servicio de los pasajeros", afirmó el ejecutivo.

Cuando algo así ocurre, el carro es sacado del recorrido para efectuar una limpieza completa, con productos especiales que, sin embargo, dañan la superficie exterior del tren. "Hemos desarrollado una cierta experticia en el tema, pero de todas formas el carro se daña durante el proceso", lamentó.

El costo que supone la limpieza de los carros dañados es variable, "pero en este caso el rayado fue grande, así que estimamos que el trabajo tiene un costo de entre un millón y un millón 200 mil pesos, aproximadamante, pero lo principal es el tiempo que demora, y que afecta al servicio".

Eso sí, enfatizó que Biotren no es la única empresa afectada por los rayados en el país. "Le ha pasado al metro de Valparaíso, a Tren Central, es un flagelo más o menos a nivel mundial diría yo, hay eventos en redes sociales donde llaman a mnifestarse con estos gratffitis, que si bien para algunos puede ser un arte, para nosotros es un perjuicio mayor".

El ejecutivo pidió usar las redes sociales de la empresa para denunciar a la gente que raya los carros, "tenemos un contacto bastante activo con nuestros usuarios por esa vía".

Médicos piden que se denuncien agresiones

En jornada de reflexión sobre la seguridad en recintos de salud, médicos generales de zona revisaron sus protocolos ante hechos de violencia.
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Alfonso Levet G.

No sólo agresiones físicas sino también verbales, se han vuelto una amenaza latente para los profesionales de los distintos establecimientos de salud de la región.

Aunque afectados en menor número, los médicos generales de zona también son víctimas de estos incidentes que ocurren tanto durante la atención diurna, como nocturna.

La delegada de los médicos generales de zona del Servicio de Salud de Talcahuano, Verónica Pérez, fue una de las coordinadoras de la jornada de reflexión acerca de la seguridad en los recintos de Salud, del Colegio Médico.

Explicó que en la zona de Talcahuano, que suma a Hualpén, Penco y Tomé, se organizó una mesa de seguridad, desde donde surgió un diagnóstico para determinar las falencias que propician la ocurrencia de hechos violentos.

"Los casos de violencia son más frecuentes en el día, por la cantidad de atenciones, pero las situaciones más violentas han sido durante la noche, sobre todo durante atenciones de urgencia", señaló.

De acuerdo al catastro, un 70% de los profesionales han sufrido violencia, y entre las falencias se cuentan las de infraestructura, como la falta de cámaras de seguridad.

"También se ha hablado de la instalación de botones de pánico y la presencia de guardias, ojalá durante las 24 horas, pero especialmente en los horarios de urgencia nocturna", explicó Pérez.

Aunque los médicos se ven menos expuestos que otros profesionales a agresiones o insultos, especialmente esto último es algo que sí ocurre y se quiere visibilizar. "No porque no nos peguen un combo el hecho es menos grave que una agresión verbal".

Felipe Burgos, médico del hospital de Curanilahue, y que representó a la provincia de Arauco en la jornada, dijo que "cuando una persona sufre una agresión verbal lo puede concientizar con el equipo, pero como no hay una agresión física objetivable, el profesional no lo expone en un reclamo".

Igual, el año pasado sí hubo una médico agredida al interior del hospital de Lebu, "y también han habido situaciones menores y agresiones verbales, son casos que son conocidos, pero existen", detalló Burgos.

Caso en hualpén

En enero pasado, un médico del SAR Hualpencillo fue amenazado con un cuchillo por un sujeto que fue reducido por Carabineros. "Desde esa fecha hemos implementado varias mejoras, se han agregado cámaras y se mejoraron las condiciones de acceso. Además hay rondas de seguridad ciudadana y de Carabineros", aseguró la directora de Salud municipal de Hualpén, Ana Ruiz.

Al igual que en otros recintos, también se cuentan insultos. "La gente tiende a normalizar, y parece que nos acostumbramos a que nos insulten y nos traten mal, pero estamos trabajando para que eso no sea así y los hechos se denuncien", finalizó.