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Las tradiciones se conservan a través del vino

La Fiesta de la Vendimia es una celebración que diferentes localidades aún repiten. Sepa cómo es en la actualidad el trabajo de un vinicultor.
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Amada Contreras Cáceres

No importa cuánto tiempo pase, aún hay rincones en Chile donde las tradiciones son parte del día a día. Prueba de esto fue la Fiesta de la Vendimia de Liucura Alto en Quillón, que este recién fin de semana largo atrajo la atención de más de tres mil turistas, demostrando que todavía hay actividades que siguen permanentes en el tiempo, siendo una de estas la producción de vinos.

Fiel a las tradiciones, Ramón Carrasco relata cómo es este mundo y cómo, en su labor de vinicultor, mantiene esta actividad aún en el presente a pesar de los avances tecnológicos.

Un gran esfuerzo

Ramón Carrasco tiene 69 años y ha dedicado toda su larga vida a la cosecha de uvas y a la producción de vino.

"Don Lucho", como se llama su viñedo que está en la nueva Región de Ñuble, fue una herencia que recibió de su padre, y es el trabajo que Ramón comparte en la actualidad con sus hijos.

Cuenta que estas tierras llegaron a manos de su familia por medio de diferentes compras. Así fueron creciendo hasta lo que son hoy, una empresa familiar que les entrega anualmente el sustento para vivir.

"Es un trabajo sacrificado, pero es lindo cuando es algo que disfrutas", expresó el vinicultor.

Un gran esfuerzo

El trabajo de los agricultores está atado a una rutina dura y de gran esfuerzo físico.

Es cierto que la tecnología avanza y que el desarrollo de nuevas máquinas han transformado estos tipos trabajos. Muchos de estos han evolucionado a condiciones de trabajo más cómodas y rápidas, mejorando a la vez la producción, pero eso no quita que siga siendo una labor exigente.

Ramón conoce bien esta realidad, teniendo décadas de experiencia. El vinicultor asegura que "a pesar de que siempre tratamos de estar al día con las innovaciones, hay mucho trabajo que sigue siendo tradicional".

Ramón relata que no importa el transcurso del tiempo, la producción de la uva sigue teniendo sus pasos. Es un proceso largo que dura todo el año, teniendo sus etapas que sagradamente deben cumplir para tener resultados positivos. Uno de estos es la temporada de podar los viñedos, preparándolos para que crezca la uva, y la aplicación de fertilizante que renuevan la tierra para dar de nuevo vida a la importante fruta.

"Lo que más me gusta de todas las temporadas es cuando al fin se cosecha, en donde se puede ver el esfuerzo transformado en ganancias", cuenta Ramón.

Agregó que aun así, siempre existen los tiempos difíciles que amargan el trabajo de los agricultores. Dependen totalmente de que tanta suerte como lo es el clima, que sí los afecta. Si ocurren desastres naturales, todas estas variables les afectaran, por eso cada año solo deben esperar y confiar, anticipando si la cosecha será buena o no.

Explica también por ejemplo, por condiciones del mercado, "Don Lucho" empezó a producir menos vino, viéndose interrumpida parte de la tradición.

Es por eso que son importantes las oportunidades en donde se pueden mostrar estas tradiciones que forman parte de la cultura del país.

Así sucedió el fin de semana recién pasado en la Fiesta de la Vendimia, donde turistas de distintas localidades de Chile llegaron a Quillón para reencontrarse con esta tradición, y muestran como aún hay interés en esta.

"Para mantener la tradición vamos a ferias. Vamos normalmente a las que se celebran cerca, como Quillón, Cabrero, lugares al que podemos llegar. Ahí se pueden apreciar estas costumbres", concluye el vinicultor.