La innovación social es una condición natural del ser humano, parte desde que el homo sapiens comenzó a evolucionar, modelando su entorno para proteger y preservar la especie.

Hoy estamos sufriendo un daño social y medio ambientalmente causado por nosotros mismos. Frente a estos evidentes y profundos problemas, la población está actuando y proponiendo soluciones para volver a tratar de subsistir.

Podemos observar en las asignaturas de emprendimiento e innovación, al pedir a los jóvenes que escojan ámbitos de estudio para buscar problemas, que la gran mayoría opta por temas sociales y medioambientales. Esto quiere decir, que las nuevas generaciones desean producir un cambio.

Es por ello, que frente a la reflexión, cuestionamiento y ganas de resolver estas problemáticas, se ha generado el ambiente propicio para que aparezcan diversas instituciones, concursos, convocatorias, proyectos y emprendimientos.

Lo que es positivo, pero junto a esto, se debe apuntar a un cambio radical en las políticas públicas, en torno a la razón de fondo que generan los problemas sociales y medioambientales.

En materia de empresas se debe fomentar las certificaciones B para que añadan dentro de sus resultados impactos positivos a la sociedad y ambiente. Por último, la cultura solo se cambia con hábitos y la mayoría de estos se incorporan en la niñez, por lo que debemos intervenir desde ya los colegios, para que nuestros niños sean el cambio que esperamos.

Concepción

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