A. Levet / M. Mondaca
Duelo nacional por tres días, aunque -a petición de su familia- sin las honras fúnebres que corresponden a un mandatario, decretó ayer el gobierno peruano tras la inesperada muerte del ex presidente Alan García.
Quien fuera jefe de Estado de Perú en dos períodos (1985-1990 y 2006-2011), murió en un hospital al que fue trasladado de urgencia desde su casa, luego de dispararse en la sien en momentos en que la policía había llegado hasta su mansión con una orden de detención en su contra, en el marco de una investigación por corrupción que ha puesto bajo a la lupa a cuatro ex mandatarios.
Cuando los efectivos de la policía ingresaron a la vivienda, García solicitó hablar por teléfono con su abogado y se encerró en su habitación, donde se disparó en la cabeza con un revólver. Tras ello, fue trasladado al hospital Casimiro Ulloa de Lima, donde fue sometido a una intervención quirúrgica, falleciendo a las 10.15 horas.
Su deceso fue confirmado por el ministerio de Salud peruano en medio de la incertidumbre que rondaba en las afueras del recinto asistencial, donde se congregaron tanto adherentes como detractores del ex mandatario, así como los medios de prensa.
El ex gobernante peruano estaba siendo investigado por su relación con la constructora Odebrecht, que sacudió a América Latina en 2016 cuando admitió que pagó sobornos a políticos para ganar contratos de obras públicas en la región.
El presidente Sebastián Piñera expresó las condolencias de Chile a la familia de García. "Lamento profundamente la trágica muerte del ex Presidente de Perú Alan García. Me tocó interactuar mucho con él, no sólo cuando ejercimos simultáneamente la Presidencia, sino también antes y después", escribió en su cuenta de Twitter.
En concepción
Más allá de las sensibilidades políticas, el hecho fue el tema del día tanto en el vecino país como entre los residentes de la colonia peruana en Concepción.
Así lo reconoció el coordinador de la Casa de Migrantes, Alfonso Vera: "Es sin duda un tema que marca la jornada en el Perú, y acá en Concepción también", indicó, añadiendo que el ex presidente García "se había ganado el cariño de la gente más desposeída, pero el último tiempo, como viene ocurriendo en el Perú, se lo cuestionaba por hechos de corrupción".
Vera, quien reside en Concepción hace varios años, aseguró que "independiente de lo que está ocurriendo con esas investigaciones, y que se están desarrollando caiga quien caiga, el desenlace es lamentable, por lo que significa tanto para su familia, como para su entorno cercano. Es algo trágico".
Edgar Palacios, uno de los dueños y gerentes de los restoranes Fina Estampa en Conce, comentó que "con tanta presión, por las investigaciones por corrupción en su contra, seguramente Alan García no soportó verse en la cárcel y tomó esta trágica decisión".
Sobre la reacción de los peruanos que viven en Concepción, dijo que "esto es tema de conversación, seguro; la gente, en sus grupos, van a tener debate, opiniones diversas, a favor, en contra, pero eso es parte de la política y es algo que hay que entender".
Palacios señaló que las acusaciones en contra de García "el Perú lo sabe y quizás el mundo también. Esto se destapó". No obstante, dijo "estamos tristes por su familia y por quienes compartían cercanía con Alan García; realmente lamentamos mucho, especialmente por su familia".
El ex presidente comenzó a ser velado en la sede de su partido, el Aprista, de acuerdo a la voluntad de su familia, la que desestimó la realización por parte del gobierno de los honores fúnebres que le corresponden dada su investidura.
69 años tenía el ex presidente Alan García, quien en 1985 asumió su primer gobierno en Perú.