Carlos Arias Oreña

Un cauce de aguas servidas en plena escalera es por lo que están molestos los habitantes del pasaje Caamaño en Cerro Alegre, Tomé. Según señalan, el curso de líquidos está socavando un sector de la escalera, lo que les preocupa, ya que se podría producir un accidente mientras alguien camine por el lugar.

Indican que la situación lleva años así, y dicen que sucede, porque cuando se realizó el alcantarillado, hubo dos vecinos que no se sumaron al proyecto. Los niños son los que más sufren por la situación en su trayecto hacia la escuela.

"Estas aguas son del alcantarillado. Lo que pasa es que dos personas no se unieron a la red en esos años. Todo eso va a caer en algún momento, me imagino que tiene que estar podrido y ahora que se viene el invierno es peor aún", señaló Mariana Arriagada, una de las vecinas del sector.

Ella comenta que al transitar por ahí, toda el agua sucia se esparce y salpica hacia los lados, complicando el caminar de todas las personas.

"No he podido ir a la municipalidad en estos días, pero vecinos han enviado un montón de cartas, de allí han venido a ver y se han ido, eso fue el año pasado, dicen que sacarán la escalera. En este pasaje hay adultos mayores y niños, no es mucha la juventud que transita. Por ahí tiene que pasar todos los días mi hijo para ir a la escuela", añadió la tomecina.

"Hace unos días vinieron de seguridad ciudadana, dijeron que iban a informar todo a la municipalidad de nuevo y al departamento de seguridad ambiental, pero no ha pasado nada aún", finalizó la vecina.

Cabe señalar que La Estrella intentó obtener una versión de la Municipalidad de Tomé y de la empresa Essbio con respecto al tema, sin obtener resultados hasta el cierre de esta edición.