Pablo Martínez Tizka
Afines de febrero de este año, familias que residieron en los bloques de lata de Michaihue firmaron la escritura de sus nuevas viviendas en Villa San Sebastián, tras mucho tiempo esperando una respuesta como parte del plan de relocalización de los vecinos.
Levantados desde 2000, la calidad de la construcción fue cuestionada a los dos años y el terremoto de 2010 lo afectó mucho más. Desde ahí que familias esperaban soluciones habitacionales.
Ya con propietarios relocalizados, hay edificios que están inhabitables. Ivonne Briones es dirigenta del Comité Llacolén del Mar y señaló que "hace dos años nos señalaron que iban a erradicar a los propietarios y que a continuacion demolerían los bloques, lo que no se ha hecho. Fui en compañía de vecinos".
Demoler
Briones no está conforme con la respuesta que ha recibido de las autoridades. "Hace 15 días trasladaron a los últimas personas que vivían ahí hacia sus nuevos hogares, pero desde Serviu dicen que no hay dinero para la demolición".
La vecina agregó que "lo único que pasó fue que vino un ingeniero que nos dijo que no podía dar una respuesta definitiva y que esperáramos un par de días, que estaban en conversaciones para conseguir los recursos. Además, el seremi de Vivienda no ha aparecido".
Quienes viven en las cercanías, según Briones, están sufriendo las consecuencias de la permanencia de los edificios deshabitados. "El lugar es una asquerosidad. Hay gente que está sacando las latas y vendiendo los fierros. Como hay acceso a luz, usan la corriente para utilizar las galleteras. Existen cinco bloques que están siendo desmantelados por vecinos y se han generado basurales en este sector".
La dirigenta pidió no olivar algunos aspectos importantes, ya que "todavía hay personas que viven en bloques cercanos y que esperan una solución habitacional".
María Troncoso, vecina del sector Ruka Pehuén, asegura pasar todos los días por el sector y que "es un peligro para las personas que están cerca. Ya hubo una persona que se cayó".
La sampedrina comentó que el sitio "es un lugar que actualmente es tierra de nadie, aparte de ser muy peligroso. Sé que han dicho que no hay recursos aún, pero espero que pronto logren la demolición. Es triste".
El concejal Luis Islas subió imágenes del recinto a redes sociales y explicó que "esos edificios están dañados desde el 27/F. Hubo un decreto de demolición y un plan de trabajo para trasladar a las familias."En abril de 2018 me reuní con el seremi de Vivienda, Emilio Armstrong, quien me aseguró que luego de que ya no hubieran personas viviendo ahí se realizaría la demolición. Aún no hay nada".
Añadió que "es terrible vivir así, con latas que pueden desprenderse en cualquier momento, en un lugar fétido, con moscas y roedores".
El concejal agregó que "sé que las autoridades dirán que no tienen recursos, pero hace ocho años que pasó todo esto".
Respuesta de serviu
El Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) señaló que "actualmente estamos en ese proceso de buscar los recursos y estamos cotizando el valor de la demolición. Puede demorarse un mes o una semana porque la decisión es a nivel central". Cabe consignar que no hubo respuesta a las consultas de La Estrella por parte del seremi de Vivienda, Emilio Armstrong.
"Hace 15 días que trasladaron a las últimas personas, pero desde Serviu dicen que no hay recursos".
Ivonne Briones"