Hubo mano dura. Una suspensión de cinco años de Recopa recibió el sampedrino Unión Miramar luego de los incidentes que, el fin de semana pasado, se registraron en la revancha de octavos de final, en la que visitaron a Roberto Mateos, de la liga Chillán.

"Tardamos un par de días más de lo deseado en tomar la sanción, pues lo que ocurrió en Chillán fue muy grave, y exigía un estudio profundo de la situación", señaló Antonio Inalef, presidente de la Asociación Concepción, que es la organizadora del torneo.

Aparte de la serie, también recibieron una sanción individual cinco de sus jugadores, todos con tres años de suspensión. "Los castigos serán oficializados ante Anfa regional, para que así los jugadores efectivamente no puedan actuar por el club en su torneo de liga, o en otro si cambian de institución", detalló Inalef.

Miramar es el segundo club de fútbol marginado este año de Recopa. El primero fue Unión Periquillo, de la agrupación Hualqui.