La buzo chorera que exploró la Antártica y sus animales
Paula González es buzo, veterinaria y fotógrafa a nivel submarino. Recién regresó del polo sur tras dos meses.
Paula González es de esas personas que pueden decir, con autoridad, que hacen lo que les apasionan. Es buzo, veterinaria y fotógrafa submarina, lo que ha podido ejercer en sus viajes.
Su vida ligada al mar proviene de la tradición familiar, ya que sus padres Marcos y Diana son buzos y dueños de la empresa Prosub, especializada en la venta de equipamientos submarinos y en clases de buceo.
"Mi madre es bióloga y mi padre es profesor de educación física. Partí de cero en el buceo y hace seis años decidí profesionalizarme y complementarlo con la carrera de veterinaria. Hoy soy instructora de buceo", señaló orgullosa González, quien tiene 27 años y desde los 3 vive en Talcahuano.
expedición antártica
González tuvo la posibilidad de viajar a la Antártica entre enero y marzo de los años 2018 y 2019. Hace pocos días regresó desde el polo sur.
Sobre la génesis del viaje contó que "en el buceo hay gente que te conoce y como vendo equipamiento, por casualidad llegó una chica preguntando por implementos para la Antártica. Fueron a una excursión y después me preguntó si tenía certificado de buzo especialista. No lo tenía, pero la obtuve y se dio la posibilidad porque hubo una persona que se bajó del viaje".
Su objetivo era "buscar murallas verticales para identificar hidrozoos, esponjas, algas, sedimentos, agua y muestras de nieve para un proyecto del Instituto Nacional Antártico (INACH). Pude ver mucha vida en el lugar. Saqué varias fotos", dijo.
En ese sentido, destacó lo emocionante de observar la vida submarina en la Antártica. "Vimos 15 ballenas jorobadas juntas alimentándose dos días seguidos, también observamos pingüinos y focas leopardo. Fue impresionante e intenté aprovechar el tiempo. Podía hacerlo sin problemas, pues el jefe del proyecto nos dio la chance de tener los registros", aseguró.
El deseo de González es regresar para conocer la fauna y el mar con más profundidad. "En mis viajes sólo estuve en la Base O'Higgins. Además, los animales no son peligrosos".
empoderamiento
A sus 27 años, Paula ya aspira a ser una instructora de instructores de buceo gracias a todos sus conocimientos. La chorera analizó el rol de las mujeres en el mundo de esta práctica.
Como profesora señaló que "en un principio, de cada 10 alumnos, sólo una era mujer. En las excursiones pasaba lo mismo, pero de a poquito han ido apareciendo más. Mientras estaba en la Antártica, me contaron que por primera vez hubo sólo alumnas. Las que son instructoras son menos, pero las hay y son muy buenas".
Consultada sobre si ha sufrido episodios de machismo durante su carrera aseguró que "sí, a veces ha pasado. Por ejemplo, estoy acostumbrada a llevar el peso de mis equipos, como el cinturón de 10 kilos de plomo y las botellas de aire comprimido de 15 kilos. De repente ofrecen llevarme las cosas para demostrar su fuerza, pero no se lo pueden. Al final yo llevo sus equipos porque hay que acostumbrarse al peso".
Su conclusión sobre el futuro de las mujeres en este rubro es la siguiente: "En el buceo, más que el género lo que importa es la dedicación, lo que he notado un poco más en las mujeres que he conocido lo que es positivo. Quizás es porque nos ha costado tanto llegar a ciertos puestos".
estricta como profe
Como instructora de buceo, Paula González considera que tiene mucho cuidado con el medio ambiente y en transmitir su pasión por el mar.
"Es cierto que como profesora soy un poco estricta porque me lo han dicho, no porque me haya dado cuenta. Si trabajas en piscina hay ciertos protocolos. No enseño lo que me da la gana. Me gusta que aprendan bien, aunque si veo que tienen miedo soy más pausada", señaló.
También contó que cuando ve buenas condiciones en sus alumnos " soy más exigente. En el mar soy más "pesada". No me gusta llevar a alumnos a lugares que sean muy lindos para no hacer pedazos el fondo porque pasan a llevar los corales".
En ese sentido, destacó que "el cuidado del medio ambiente es clave. A veces me tiran la broma de 'ya, vamos a sacar algunos mariscos' y eso no me gusta".
Paula González continúa con sus padres y hermanos en su labor en Prosub. Sus proyectos futuros estarán enfocados en terminar su máster en Medicina Hiperbárica y Subacuática y en tener más posibilidades de realizar muestras fotográficas de sus viajes turísticos. "Creo que mis fotos valen la pena. No soy la mejor del mundo, pero se puede hacer algo", finalizó".