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Profesora de danza promueve y enseña movimientos del K-pop

Yeisy Bustos de 34 años suma 10 años de experiencia en el pop coreano y toda una vida dedicada el baile. Actualmente apunta a compartir sus aprendizajes y a crear espacios para los fans del Biobío.
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Luis Gaona Troncoso

E l pop coreano, o K-pop, se ha popularizado a una velocidad impresionante. Eso bien lo sabe Yeisy Bustos Troncoso, profesora de baile con más de 10 años de experiencia y que hoy dicta clases de coreografías coreanas, quien contó a La Estrella cómo la dinámica ha ido cambiando a través de los años.

Desde hace unos ocho años se realizan anualmente los Dance Corps. En ellos, distintos grupos pueden realizar coreografías de sus artistas coreanos favoritos. Y así se puede ver el crecimiento del K-pop durante la última década: de ser pequeños actos en un gimnasio del Liceo Comercial a un espectáculo masivo en el Anfiteatro de San Pedro de la Paz. "Antes éramos como 12 grupos, después 20, luego 40, y en el último (que fue en enero), me llegaron 135 grupos", sostiene la profesora de baile.

Además de ser instructora de danza, Yeisy Bustos participa activamente en la organización de estos Dance Corp junto con Comunidancer Octava.

Yeisy, o Yei como le llaman, cuenta que antes ella misma se encargaba de pedir los espacios y de encontrar la forma de tener un parlante y un micrófono. "Al principio ocupaba un parlante de mi papá, era bien artesanal", relata. Actualmente, trabaja en conjunto con la Municipalidad de San Pedro de la Paz.

Los inicios

"Bailo desde tan chica, que no me acuerdo que edad tenía cuando comencé", asegura. Sin embargo, en el mundo del K-pop lleva ya 10 años. Relata que en un evento de animé vio a un grupo haciendo un cover de un grupo coreano, y se interesó por la coreografía más que por la música.

Así fue como comenzó a realizar baile K-pop y fundó su primer grupo, DSC. Junto con otros que existían en la región, que en esa época eran pocos, fundaron Comunidancer Octava, una comunidad para que los grupos se mantuvieran unidos. Con los años, la agrupación se volvió la plataforma para organizar eventos para todos los grupos de bailes que existen.

Hace cuatro años, Yeisy comenzó a hacer clases de K-pop en Petite Danse Concepción. Cuenta que comenzó con no más de siete alumnas, pero con el paso de los años y con la creciente popularidad de la música de Corea del Sur, el interés ha ido aumentando. "Actualmente tengo tres cursos que están completos", destaca.

Eso sí, afirma que sus clases no son sólo enseñar coreografías a los niños, sino que la idea es que mediante estas rutinas aprendan a bailar: al mismo tiempo que conocen las coreografías, aprenden técnicas básicas del baile.

Este año, espera incorporar aprendizajes sobre los orígenes del K-pop y también aspectos sobre la cultura de Corea del Sur. Y, además, hacer crecer el Dance Corp, porque según asegura, nadie ni ningún grupo debe quedar fuera.

"Antes éramos como 12 grupos. luego fuimos 20 y este años me llegaron 135"

Yeisy Bustos"

Daniela Alonzo

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Quiero ser Marie Kondo

"La magia del orden" y "La magia después del orden" son dos libros que adornan mi velador desde hace meses. Son de esos que tomas y dejas sin nunca meterte realmente en ellos. Eso hasta que salió la serie de Marie Kondo, la autora de estos dos libros, en Netflix, donde en una temporada va a distintas casas a ordenar el desastre de sus dueños.

La serie ha sido todo un hit, y yo decidí un fin de semana probar el método, el que en resumen te invita a despedirte de las cosas que "no te generan felicidad". La gurú del orden propone entonces que partas por la ropa, poniendo toda la que tienes encima de la cama. Así lo hice y hasta hoy he tenido cierto éxito, llevo un mes de orden y lo he ido aplicando en todos los closets, es difícil organizar y categorizar en tipos de prendas y usar cajas, pero una vez que lo haces no es complejo de mantener. Con esto de la ropa más o menos dominado, seguí con la cocina y el resto de piezas hasta que llegamos a los "komono" que son para el método KonMari todos los objetos inclasificables y que tienen valor sentimental. Pensarán ustedes que me refiero a cartas de amor o a recuerdos de mis hijos. Pero no, resulta que en mi casa, y estoy segura que en las casas de todas las madres con hijos pequeños es así, los "komonos" son los miles de juguetes regados por toda la casa, inclasificables, algunos inservibles y otros simplemente que pasaron al olvido, pero ¡anda a botar o donar uno! Así es como sigo tratando, te juro Marie Kondo que sigo tratando, de ordenar los juguetes, tener menos, no comprarles ojalá en un buen tiempo, pero no sé, aparecen solos, les prometo que algo sucede y cuando creo que ordené un par, resulta que al otro día está todo mezclado. Pero no dejo de intentarlo y creo que al menos logramos acá en la casa despedirnos de algunos juguetes para que hagan felices a otros niños y otros, esos con pilas especialmente, simplemente han desaparecido. Veremos en el tiempo si podemos seguir con una "magia del orden" nivel juguetes.