Familias exigieron redes de agua potable más potentes
Localidades como Chaimávida han visto superada la capacidad de sus sistemas de agua potable rural (APR). Otras como Agua de la Gloria dependen casi totalmente de los camiones aljibe.
El estanque de 25 mil litros con el que se distribuye el agua, se instaló en un sector alto de Chaimávida para cubrir la necesidad de 76 familias que impulsaron la construcción de un sistema de agua potable rural (APR) en 1999.
20 años después, la capacidad de la copa se hace poca, ya que los arranques domiciliarios se acercan rápidamente al doble de la capacidad planificada en esos años, llegando actualmente a 136 puntos.
"Estamos superados, el estanque no da abasto para toda la población, entonces las bombas se queman o se echan a perder por la sobrecarga del sistema, y hay que incurrir en gastos adicionales", explica Carlos Sáez, uno de los vecinos que ha seguido el crecimiento de Chaimávida, con la llegada de más y más gente a ese sector.
Actualmente, los asociados al APR pagan $4.600 más el consumo de agua, lo que permite tener funcionando el sistema.
Las esperanzas de poder conectarse a una red de agua potable propiamente tal, reconoce Sáez, son escasas: "Por la distancia que hay entre Concepción y Chaimávida, se dificulta extender la red de agua potable desde Palomares, por los costos".
Según el dirigente, la matriz con que se distribuye el agua al poblado es de 75 milímetros, y aún con las 6 punteras que captan agua desde el estero Chaimávida, no dan abasto, "entonces vienen los camiones aljibe a repartir agua".
"Lo que de verdad necesitamos es que el sistema APR se actualice a la realidad que tenemos hoy y proyectar un poco más, porque sigue llegando gente constantemente", explica Sáez.
Exigen nuevos apr
En el sector Agua de la Gloria, y hasta la altura del Puente 4, camino a Florida, el paso del camión aljibe dos veces a la semana es para algunos el único suministro de agua potable con el que cuentan.
Gerardo Osses, que vive hace unos 25 años en el sector, cuenta que desde el estanque de poco más de 2 mil litros que tiene en su casa, se abastecen otras dos viviendas que, a diferencia de él y su familia, no tienen una puntera como alernativa de abastecimiento.
"El camión cisterna pasa a dejar agua los lunes y jueves, y con esa agua nos mantenemos", detalla Gerardo, "no todas las casas tienen punteras y de todas formas, en esta época se secan las napas, porque hay más consumo".
Es más, ni siquiera todas las casas tienen estanques, así que, tal como lo hace Osses con las casas que tiene cerca, se arman mini redes de distribución del agua que reciben desde los camiones.
"Lo principal que necesitamos aquí en Agua de la Gloria es un APR, pero ya está en proyecto y yo creo que este año que viene debiera estar funcionando", comenta.
Para las cerca de 200 familias que esperan la implementación del APR, la calidad de distribución, y del agua misma, es fundamental.
Fiscalizaciones
En ese sentido, la seremi de Salud del Biobío anunció que, a través de su Unidad de Saneamiento Básico, comenzará la fiscalización de la nueva normativa sobre provisión de agua mediante camiones aljibe, contenida en el Decreto Supremo 41 (ver recuadro) de 2018, cuerpo legal que tiene como objetivo regular las condiciones en que se distribuye el agua potable en camiones aljibe.
"La situación que nos encontramos es con gente que está con déficit de agua", señaló Manuel Pérez, operador de uno de los camiones aljibe que atienden la región, "la demanda de agua en esta fecha es mayor. Se entrega un poco más de cantidad (porque) la gente consume más, ya sea por necesidad, por las condiciones que tienen en su hogar".
El seremi de Salud, Héctor Muñoz, explicó que "tenemos sectores o comunas de la región que no tienen acceso al agua potable y por lo tanto el uso de los camiones aljibe para que ellos tengan su agua, es fundamental".
"Necesitamos que el sistema APR se actualice a la realidad que tenemos hoy en Chaimávida".
Carlos Sáez,, dirigente vecinal, de Chaimávida"
Decreto 41
De acuerdo al Decreto Supremo 41 de 2018 la Seremi de Salud comenzará a regular "la capacitación de operarios, calidad del agua, características biológicas y fisicoquímica del agua, fiscalizar la ruta de distribución. Se verificará desde el origen del agua hasta que la persona la consuma, asegurando que sea potable e inocua", precisó el seremi de Salud del Biobío, Héctor Muñoz.
136 domicilios tiene el APR de Chaimávida, planificado en su momento para 76 familias.