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Familia llegó en masa a Yumbel con los colores de San Sebastián

Los Leiva Ledea, varios de ellos llamados Sebastián, cumplieron 42 años viajando desde Santiago hasta el santuario.
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Amada Contreras

Viajan cada año en familia y todos vestidos de amarillo y rojo. Para los Leiva Ledea, visitar el Santuario de San Sebastián cada 20 de enero es una promesa que mantienen todos sus integrantes, sin fallar una sola vez. Este año, cuentan, cumplieron 42 años consecutivos viniendo desde Santiago a Yumbel. Ellos formaron parte de la masiva llegada de fieles hasta la localidad del Santo durante todo el domingo.

Teresa Ledea cuenta que la costumbre familiar se inició cuando, después de ser padres de dos hijas, su esposo anhelaba tener un niño. Para cumplir dicho deseo, se encomendaron a San Sebastián.

"Yo le prometí a San Sebastián que si tenía un niño le iba a poner su nombre e iba a venir durante toda mi vida", explicó la madre de la familia.

Para cumplir con su palabra, cada año viaja con sus seis hijos y las familias de cada uno de ellos. Para lograrlo, contó, se ponen de acuerdo y piden vacaciones durante estos días, sin importar si la festividad es durante la semana.

Teresa afirmó que la experiencia significa tanto para ellos, que no sólo su primer hijo varón lleva el nombre de Sebastián, sino que en total son cinco los hombres de la familia que también tienen el nombre del Santo.

Y no es lo único. Otro detalle de la visita del clan a Yumbel es que todos se preparan además con los colores de San Sebastián, desde el integrante más joven hasta los adultos.

"Con los más pequeños cuesta un poco convencerlos, pero al final todos se visten como desean, con la condición de siempre usar los colores de San Sebastián", recalcó Teresa Ledea, añadiendo que también es otra forma de demostrar su fe.

Más masivo

Días previos a la festividad, desde el Santuario de Yumbel anunciaron que esperaban recibir hasta un millón de fieles, lo que transformaba a esta edición en una de las más masivas de los últimos años. Los asistentes a la fiesta comentaron que lo que se vivió en las calles del pueblo se acercó bastante a esta cifra.

"He venido en muchas ocasiones pero es primer año que veo tanta gente. Me impresiona la cantidad de fieles que asistieron durante esta oportunidad", expresó Carmen Garrido, una de las visitantes.

"Por el hecho de que la fecha coincidió con un día domingo llegó mucha más gente", indicó Raúl Urrutia, quien acompañaba a su señora. Además dijo que es el compromiso de las personas con el Santo lo que se manifiesta en el número de asistentes durante esta oportunidad.

En la jornada de ayer, muchos agradecieron la preocupación de la organización por los problemas que el calor podía provocar, contando con puntos de agua gratis y atención de urgencias, también sin costos. "Hay mucha más ayuda para proteger a la gente de cualquier problema", contó Esther Rosas.

El comercio

A pesar del ambiente de celebración que se mantuvo durante toda la jornada, varios asistentes mostraron disconformidad por el número de comerciantes, alegando que en muchos puntos era imposible caminar. "Se forman tumultos de personas y es fácil perderse aun siendo pequeño el centro", dijo Carmen Garrido. "Esta festividad está cambiando. Se nota en los comerciantes. Hay harto comercio nuevo. Antes no se veía tanto", comentó Francisco al comparar la festividad con años anteriores.

Desde puestos de comida y artesanías hasta locales en donde se podía encontrar máquinas de juegos arcade, los vendedores se establecieron desde la plaza, llenando entre cuatro o cinco cuadras alrededor del Santuario. "Se entiende que es una necesidad para algunos, pero es demasiado", aseguró Raúl Urrutia.

"No importa qué día de semana sea la festividad. Nos tomamos el día libre para poder venir a Yumbel".

Teresa Ledea,, devota del Santo"