Mucho se habla de los altos índices de obesidad que tenemos en Chile y de cómo un gran porcentaje de la comunidad tiene un pésimo sistema de alimentación, donde el consumo de grasas saturadas y azúcar procesada sólo vienen a complementar la falta de ejercicio, lo que además desencadena enfermedades asociadas, como diabetes y la hipertensión. El ritmo acelerado de vida que llevamos hace que en muchas ocasiones no podamos optar por un almuerzo adecuado y elijamos algo rápido y simple. Lo malo, es que estos alimentos no siempre son los adecuados. Bien sabido es que, en general, la población en nuestro país no consume las porciones de frutas, legumbres y pescados recomendadas semanalmente.

Es importante considerar que actualmente alrededor de medio millón de chilenos sufre de obesidad mórbida, según la última Encuesta Nacional de Salud, y donde el grupo entre 30 y 40 años es el que presenta la mayor prevalencia.

En la actualidad se han tomado diversas medidas para, en parte, crear conciencia de esta situación. La Ley de Etiquetado y el programa Elige Vivir Sano, son algunas de las políticas públicas que impulsa el Gobierno con el objetivo de mejorar los hábitos de alimentación y vida sana de la población. El mercado también ha entendido dicha problemática y se han sumados a los ya tradicionales snacks, una amplia gama de golosinas y opciones más saludables, pero igual de sabrosas.

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