¿Por qué tenemos casos de sarampión en el siglo XXI? Una enfermedad ya erradicada, donde el último brote en Chile fue en 1988, erradicada de manera completa en 1992 y eliminada del continente americano en 2002. La respuesta es simple: "Movimientos anti vacuna", grupo que se basa en la teoría -falsa por cierto- de que las vacunas al contener timerosal o etilmercurio utilizado como preservante, se relaciona directamente con el desarrollo del trastorno del espectro autista. Falsa teoría que proviene de un estudio realizado en 1998 por Wakefield y publicado en la revista The Lancet, que posteriormente retiró de sus archivos la publicación. ¿Las razones? sólo a 1 de los 12 niños que participaron en el estudio se le diagnosticó autismo, existían problemas de interés pues entre los niños seleccionados del estudio existían familias asociadas a grupos anti vacunas, y la financiación del estudio provenía de un abogado que tenía como objetivo demandar a las farmacéuticas fabricantes de la vacuna. A pesar de los cuestionamientos de la comunidad científica por lo pequeño de la muestra, los problemas éticos y de interés, el estudio de Wakefield causó gran polémica en el mundo y en nuestro país. Según un informe de 2016 de la SEREMI de Salud de la Región Metropolitana, de las 52 comunas, habían 17 que estaban bajo el 75% de cobertura en la vacuna tres vírica.

El sarampión puede ser letal, esto significa que el niño puede morir y lo peor de todo contagiar a otros niños. La única manera de erradicar una enfermedad es vacunar a todos los niños. Hago un llamado a informarse siempre, pero de la manera correcta, y seguir el programa nacional de inmunización al pie de la letra, es simple, sencillo y gratis. Así evitamos contagios, epidemias y la re-aparición de enfermedades que ya se encontraban extintas.

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