La cocina francesa potencia turismo en Maule Coronel
El matrimonio Hidalgo Bastien llegó a la gastronomía como una forma de reorientar su trabajo y renovar los ingresos. Usan ingredientes locales con un toque distinto.
Sus preparaciones distintas son lo que más llama la atención de su cocina, aunque reconocen que llegaron al rubro gastronómico casi por accidente.
Por largos años José Miguel Hidalgo se dedicó al control de emergencias relacionadas con derrames de hidrocarburos, hasta que la suerte cambió y perdió a su principal cliente.
"Estábamos sin saber qué hacer cuando hubo un último caso que el nuevo proveedor no pudo resolver, entonces nos llamaron y pudimos resolverlo, pero ya habíamos tomado la decisión de quedar hasta allí", rememora José Miguel sobre esos días.
El empujón inicial
Entonces surgió la pregunta sobre qué hacer. "Mi señora, que tiene una habilidad única en la cocina, propuso hacerse cargo de la situación y con las últimas utilidades hicimos esta galería, pensando en que si no funcionaba de todas formas sería buena para tomar el sol", comenta con humor.
El resultado es "La vie en Rose", un pequeño salón construido en el frontis de su casa en playa Maule, en Coronel.
"Es una casa patrimonial, de las primeras que se entregaron a los funcionarios de Schwagger", detalla José Miguel, que junto a Rose-Marie Bastien, compraron la propiedad a mediados de los 90, sin sospechar que alguna vez se convertiría en su negocio.
Rose-Marie, que está a cargo de diseñar la carta cada temporada y de hacerla realidad, cuenta que "el empujón inicial fue de nuestra hija, que me animó a 'hacer algo'; partí con panes integrales saborizados y chocolates artesanales europeos, de placa, que se cortan".
Muy luego, le propusieron hacer catering para eventos de distintos organismos y empresas. "Siempre me decían que pusiera un local, pero yo consideraba que mi cocina era muy distinta a lo que existía. '¡Por lo mismo!', me respondían todos".
Optimizar procesos
Concursando a algunos fondos, y con capital de José Miguel, fueron armándose de equipamiento para optimizar los procesos, la idea de Rose-Marie siempre fue ocupar ingredientes locales y de temporada, pero darles un toque distinto. "Las preparaciones tradicionales ya están, yo quería proponer algo novedoso".
Reconoce que, antes de lanzarse de lleno al negocio, en su familia ya la reconocían por tener "buena mano", pero de todas formas fue necesario aprender cosas, "ha sido una constante aprender cosas nuevas".
"Siempre pensamos en algo no muy grande, dirigido a un público no muy abundante tampoco", comenta José Miguel, y explica que "esta es una empresa de dos personas, mi esposa que cocina y yo, que atiendo, por lo tanto no podemos atender a más de 10 personas al mismo tiempo, sin dificultades digamos".
Propuesta diferente
Rose-Marie Bastien complementa que "la idea era un espacio pequeño, íntimo, y que fuera algo distinto a lo que existe y se conoce en Coronel".
El local abrió en 2007 y por allí han pasado ejecutivos, políticos y artistas. "Se ha ido pasando el dato de boca en boca, principalmente", acota José Miguel, y cuenta entre los visitantes a personalidades tan distintas como Cristian Warnken, Palmenia Pizarro, el grupo Natalino y la banda polaca de metal, "Vader".
"El restorán se ha ido transformando en un lugar único, un espacio pequeño e íntimo que ofrece la posibilidad de compartir un buen momento", explica la dueña.
La carta es una mezcla de cocina mediterránea, francesa y local, con platos que incluyen cordero, pescados y pastas, pero con el toque personal de Rose-Marie, lo que termina por cautivar a los paladares curiosos.
Como anécdota, cuenta que trabaja sola porque tras el terremoto de 2010, "nadie más quiso venir a trabajar frente al mar, les daba miedo".
"Lo más reciente es que nos invitaron a una feria gastronómica y llevamos quiche de jaiba y choritos crocantes con mermelada de ají, y la verdad es que es algo nuevo", comenta Rose-Marie, además de las preparaciones por las que se hizo conocida: panes de leche, panes de masa madre, trenzas con especies y frutos secos, chocolates artesanales.