Si hablamos de nutrición, se sabe que para cualquier requerimiento, hay que seguir una dieta saludable que contenga agua, vitaminas, minerales, azúcares, proteínas y lípidos. Además, el dormir bien, evitar problemas y hacer actividad física, contribuyen a un bienestar físico y sicológico.

En fases en que el organismo está en situaciones de estrés como lo son los períodos de fin de año, se puede sacar mejor provecho a ciertos alimentos que tienen una funcionalidad especial y son los llamados "Alimentos Funcionales".

En esta categoría se ubican: proteínas, glucosa, vitaminas y minerales, los cuales al no ser consumidos pueden afectar la memoria o capacidad de concentración, alterar el sistema nervioso, causar depresión y estar susceptible al estrés.

En este mismo contexto, hay otros alimentos que entregan nutrientes, los cuales favorecen la concentración y disminuyen la ansiedad. Por ejemplo: la miel, huevos, lecitina, pescado, ácidos grasos esenciales, cacao y frutos secos. Estos sustentos ayudan a calmar a las células nerviosas, hacen que el cerebro funcione, aumentando la capacidad de aprendizaje.

Lo anterior, puede complementarse con hierbas medicinales. Algunas tienen efecto y logran bajar la angustia (lavanda, tilo, salvia, melisa y valeriana). Otras logran mejorar el humor (yerba mate, romero, guaraná). Finalmente, si se necesita tener energía, se recomienda la glucosa, vitamina C, calcio y hierro.

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