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Cinco mil mujeres son el motor de la pesca artesanal del Biobío

Fundaron la Red Regional de Mujeres del Borde Costero para diagnosticar y poner en discusión los temas que afectan a quienes son pescadoras artesanales, como la salud y el respeto.
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Pablo Martínez Tizka

Algueras, encarnadoras, pescadoras de faena, charqueadoras o asistentes de buzo, son algunas de las actividades que cumplen más de cinco mil mujeres que forman parte de la pesca artesanal de nuestra región del Biobío.

Llevan una vida de esfuerzo y sacrificio para lograr llevar el sustento a sus familias en las caletas que van desde Tomé por el norte a Tirúa por el sur.

Sin embargo, muchas de ellas señalaron que no han sido lo suficientemente reconocidas tanto por sus pares como por la ley. Esto significó que en abril de este año se conformara la Red Regional de Mujeres del Borde Costero, que pretende realizar diagnósticos y discutir temas en el que el rol y los derechos de la mujer pescadora sea el punto central.

El Trabajo

Sara Garrido es recolectora de algas en la Caleta Coliumo y vocera de la nueva organización que reúne a trabajadoras de nuestras costas.

"El rol de la mujer en la pesca artesanal es muy importante por donde tú lo mires. Hay un trabajo permanente que viene desde nuestros ancestros en donde las mujeres siempre hemos estado", señaló la dirigenta a La Estrella.

En el caso de la labor de las algueras señaló que "con las algas hacemos harina, champú, mermelada y jabones. Muchas veces la labor parte a las cuatro o cinco de la mañana. En general, ser pescadora artesanal, en cualquiera de los oficios, requiere de mucho esfuerzo y sacrificio" y agregó que "hay madres solteras que también son dueñas de casa y que han criado a sus hijos que hoy son profesionales".

Marcela Huenupil también forma parte de la red. Es recolectora de orilla en Tirúa y describió que "trabajamos con algas, cochayuyo, luche y luga. Actualmente como mujeres somos más relevantes que hace tiempo atrás y queremos entregar un valor agregado a nuestros productos".

Como lafkenche, Marcela Huenupil señaló que "el mar es parte de nuestra historia y es nuestra vida, porque tenemos una espiritualidad con él. Pedimos permiso para cultivar o recolectar un producto".

Por su parte, Sonia Riffo, quien es presidenta del sindicato de pescadores artesanales de la Caleta Lo Rojas en Coronel, es charqueadora. "Este oficio consiste en lo que es la pescá seca. En el caso de la merluza, en un proceso de siete días. El trabajo es difícil, pues hay que estar agachada casi todo el día".

Sonia agregó que "siempre nos levantamos como a las seis de la mañana, pero ahora ha estado más lenta la cosa. Generalmente partíamos en septiembre y terminábamos en marzo o en abril, pero ahora dependemos mucho más del clima".

El mar de Lebu también tiene pescadoras artesanales. La presidenta de la agrupación es Marcia Castro, quien es encarnadora. "Trabajamos en espineles lo que es la pesca de reineta y de congrio. Preparamos el arte de pesca. Este es un oficio que requiere muchas horas y generalmente estamos en casa", explica.

Reconocimiento

Las cuatro pescadoras pertenecen a la Red Regional de Mujeres del Borde Costero, creado en abril de este año y cuyo objetivo es expandirse hasta conformar una red nacional.

Sara Garrido, su vocera añadió que "es necesario que si existe una modificación a la Ley de Pesca, se utilice un enfoque de género y se reconozca a las mujeres como parte de la pesca artesanal. En ese sentido también hay una autocrítica porque no nos habíamos hecho responsables en proponer e instalar estos temas. Para eso está la red regional".

Una de las medidas que busca la nueva organización es "el derecho a la salud, a que de alguna forma nos ayuden a tratar las enfermedades que sufrimos las pescadoras artesanales, tales como la artritis o la artrosis", sostuvo.

Aseguró que "hay mujeres que realizan el mismo trabajo que los hombres, incluso en la faena de pesca. Una mujer no se niega a absolutamente a nada en este mundo".

Por su parte, Marcela Huenupil, de Tirúa, concordó en que "los hombres que son pescadores artesanales son reconocidos por su trayectoria y a nivel de programas del borde costero, mientras que nosotras no. Sé que también se está trabajado en otras regiones y pretendemos que esta red se expanda a nivel nacional".

La pescadora lafkenche espera que las instituciones las reciban bien. "Realizaremos seminarios y diferentes actividades para resaltar el rol de la mujer en esta actividad".

Una opinión crítica tuvo Sonia Riffo, de la Caleta Lo Rojas, quien señaló que "aquí somos todos criados juntos, pero creo que mis pares no han peleado lo suficiente para que seamos reconocidas. Queremos buenas pensiones para nuestras mujeres que sufren enfermedades. Digo que estamos desamparadas actualmente".

La dirigenta aseguró que "tengo muchas expectativas con lo que podemos llevar a cabo como organización y conseguir muchos logros para quienes dedicamos nuestra vida a esto".

Por último, Marcia Castro opinó que "el machismo siempre ha existido en la pesca. Antes se decía que si las mujeres salían, el mar se iba a enojar. Por eso recolectamos algas o encarnamos, pero son muy pocas las que salen a la pesca en faena".

Aseguró que "en algunos oficios hay una menor diferencia con los hombres, sobre todo en el tema pesquero. Existe más tecnología. No por ser mujeres vamos a ser más dóciles o hay que tratarlas con más cuidado".

En la nueva organización también hay pescadoras de Tumbes, Lota y Cocholgüe.

"El rol de la mujer en la pesca artesanal está presente desde tiempos ancestrales".

Sara Garrido,, pescadora artesanal"

"Los pescadores artesanales son reconocidos por su trayectoria, mientras que nosotras no".

Marcela Huenupil,

recolectora de orilla en Tirúa"