Redacción

Sady Ogalde Cárcamo es un periodista del puerto conocido por el trabajo, que desarrolla con niños en edad de aprender a leer, a través de sus famosos "Cuenta Cuentos". En ellos expone breves fantasías de pequeños, animales, insectos y que comparte con una verdadera "puesta en escena", en que la voz y las gesticulaciones en el relato hacen que los menores se interesen y participen con tremendo entusiasmo en la actividad. Lo que busca, este profesional que se alza en los 70 años, es potenciar la lectura infantil. Su camino empezó hace 30 años y lo sigue ejerciendo con una tremenda voluntad, en 15 colegios vulnerables de la comuna de Talcahuano, en un quehacer constante.

Periodista, titulado en la Universidad de Concepción, durante 10 años, sus cuentos fueron publicados los domingos en el suplemento La Ronda de los Sapos de Diario "El Sur" de Concepción con el nombre de Sady O. Es autor de dos libros "Doce cuentos infantiles regionales" y "Obras de Teatro de Navidad", publicado por Ediciones Paulinas, de reconocida orientación cristiana, y la fundación Álvarez Castillo de Concepción. Sostiene que la importancia de este trabajo en los niños "no solo la sostengo yo, también otros escritores como Manuel Peña Muñoz, Maite Allaman,Jackelin Balser todos vigentes y con gran presencia en algunos medios", dice y agrega "los cuentos son historias, fantasías y los niños viven de fantasías. Se redacta lo más simple posible, no más de una carilla, siempre con imágenes de animalitos que transmitan valores humanos como bondad, la solidaridad, la amistad, el respeto. Los personajes siempre son animales, insectos y a través de ellos se transmite el mensaje. "Los niños son una fuente receptora inagotable. Sus mentes están abiertas a recibir y orientarlos a través de este trabajo hacia sus propias fantasías, es algo que me llena la vida dice".

Con este quehacer Ogalde se siento muy pleno. "Los cuentos constituyen un llamado a que el niño lea y eso se fortalece con un cuento de regalo, a cada uno para luego lo lea en su casa a sus padres, a sus hermanos y está el compromiso de la profesora que al día siguiente hará una actividad".

Olgalde asegura que el entusiasmo de los menores es un fuente de orgullo y alegría.

Los niños se llevan el cuento para la casa y lo leen a su familia.