Familia Mardoff despidió a su hijo Sergio junto a sus amigos
Unas 550 personas llegaron hasta la parroquia San Agustín para despedir al universitario extraviado en 2005.
En medio de la tristeza, pero también con el alivio de poder sepultarlo, cerca de 550 personas llegaron hasta la parroquia San Agustín para acompañar a la familia de Sergio Mardoff Peirano en el último adiós al joven, que se encontraba desaparecido desde 2005.
Amigos, parientes, antiguos profesores y compañeros de colegio escucharon atentamente la misa, que estuvo a cargo del padre Yuliano Viveros, quien invitó a acompañar a la familia "con fe, esperanza y caridad", y citó a Sergio Mardoff padre para decir que "con esta misa se completa un ciclo de dolor, pero también de esperanza".
La jornada comenzó temprano para la familia Mardoff Peirano en el Servicio Médico Legal, donde el cuerpo había permanecido durante tres años sin ser identificado. Los familiares recibieron los restos de su hijo aunque, de acuerdo a lo informado por el abogado Leonel Castro, aún sin una causa ni data de muerte determinada.
A las 10.45 de la mañana, tras poco más de una hora de trámites al interior del recinto, Sergio Mardoff padre salió desde el SML a bordo de la carroza que transportó el féretro hasta la parroquia San Agustín, en calle Castellón, lugar al que finalmente ingresó el cuerpo pasadas las 11.30, cuando finalizó otra misa fúnebre previa.
Recuerdo y gratitud
Poco antes de comenzar la misa, Isabel Araneda, quien fue profesora de Sergio en el colegio Metodista de Concepción, en primero y segundo medio, dijo que recordaba al estudiante como "un joven muy amable, muy respetuoso y muy cordial con los adultos, con sus profesores y con sus compañeros".
La docente confidenció que "como congregación religiosa ha sido bastante fuerte, la oración siempre ha ayudado a mantener la esperanza de llegar a un fin, confiando siempre en que se llegase a alcanzar la paz, para la familia en especial".
Iniciada la ceremonia religiosa, seguida atentamente y con mucha emoción por los asistentes, hubo oración por la familia y por el éxito de la investigación para saber qué fue lo que pasó con el joven.
Las hermanas de Sergio, quienes asistieron acompañadas de sus respectivas familias, hablaron a los presentes para recordar a su hermano y para agradecer el apoyo y compañía durante los años de búsqueda.
"Después de 13 años y medio, ahora podemos decir adiós con todos los que te quieren y aquellos que no te conocieron pero para quienes, a través de tus padres y hermanas, siempre estuviste presente", dijo Edda Mardoff.
En sus palabras, su hermana recordó de Sergio que "tu sonrisa, personalidad creativa y soñadora cautivó a muchos de quienes te conocieron. En la plenitud de tu vida y juventud te fuiste. Pasamos muchos otoños de nostalgia, inviernos tristes, primaveras desconsoladas y veranos sin sol, y terminamos con la agonía de no saber de ti".
Edda expresó que los recuerdos de su hermano quedarán para siempre en la familia, incluso en los sobrinos que no llegaron a conocerlo. "Fuimos y seremos una linda familia, nos regalaste tantos momentos maravillosos que atesoramos con el alma, que el tiempo ni la incertidumbre pudieron borrar".
Paola Mardoff, en tanto, agradeció "a todos que estén aquí, a la presencia que tuvieron durante estos 13 años. La gente que no lo conoció pensó que nos íbamos a olvidar de él, pero ahora está demostrado que no es así, todos lo estamos acompañando en su último adiós".
Solidaridad
A la parroquia San Agustín también llegó Raquel Candia Aravena, quien busca a su hermano Sergio desde 2011, cuando fue visto por última vez en la Vega Monumental.
"Conocí a la familia Mardoff en el SML, porque estaba haciendo unos trámites y conocía el caso, y me comprometí con ellos a acompañarlos hoy día a despedir a su hijo", contó la mujer, sosteniendo una imagen de su hermano.
En un momento, durante la ceremonia, la mujer se acercó a los padres de Sergio Mardoff Peirano y les entregó sus condolencias y unas flores como un acto solidario con el dolor que ella comparte.
Finalizada la misa, pidió al padre Viveros una oración y bendición para que su familia también pueda hallar a su ser querido.
A la salida del servicio, la familia se retiró en silencio y, posteriormente, el cortejo se dirigió hasta el Parque del Sendero, camino a Penco, para despedir a Sergio en una ceremonia privada.
"La gente que no lo conoció pensó que nos íbamos a olivdar de él, pero ahora está demostrado que no es así".
Paola Mardoff Peirano"