Profesor fue tras los pasos de los buscadores de oro de Rere
La fiebre aurífera nunca se fue de los territorios al este del río Biobío. Una especie de "triángulo del oro".
Buscadores de oro o gambusinos aún hay en este 2018 y algunos de ellos viven en el "triángulo" que comprende Hualqui, San Rosendo y Yumbel. El profesor Luis Espinoza Olivares lleva más de tres décadas investigando todo lo relacionado con el oro en este territorio. De hecho, el viernes último lanzó, en la Biblioteca Municipal de Concepción, su reciente libro sobre el tema, titulado "La Ruta del Oro en la Antigua Frontera del Biobío".
Explotación del oro
El pedagogo contextualiza que los españoles que llegaron a América y a Chile, en particular, lo hacen como empresa de conquista, es decir, debían obtener ganancias por ello y la forma de lograrlo era mediante el descubrimiento y explotación de minerales preciosos como el oro y la plata. "En 1550, cuando Pedro de Valdivia llega a estas tierras descubre oro en Quilacoya (pequeña localidad ubicada a diez kilómetros al sur de Hualqui, junto al Biobío)", indica.
El investigador señala que se supone que fueron los indígenas de la zona los que informaron de ello al conquistador, ya que sabían de la existencia de este mineral en los esteros cercanos, debido a que un siglo antes, incas procedentes de Perú habían llegado hasta allí en búsqueda, precisamente, de oro, necesario para sus actividades religiosas. Como evidencia del paso de la civilización incaica por las cercanías de Hualqui, Espinoza se refiere a los petroglifos hallados en un cerro cercano a la comuna.
"Esta zona es rica en oro, pero está muy diseminado, sale prácticamente en polvo y es por ello que en tiempos de la Conquista los españoles utilizaban la mano de obra que les permitía el sistema de encomienda indígena", añade. "Si hoy vas a los ríos Quilacoya o Gomero, encontrarás oro", sostiene.
Espinoza explica que los gambusinos de hoy pueden llegar a sacar un gramo de oro por día de trabajo, que se vende en el mercado por unos veinte mil pesos. Ello, quizás no es mucho, sostiene el investigador, pero aclara que los españoles, que disponían de entre 50 a 100 indígenas para hacer ese trabajo, en un día de búsqueda podrían alcanzar entre 50 a 100 gramos, lo que hoy vendría a ser algo como entre uno y dos millones de pesos diarios de ganancia.
"No es que hubiera tanta abundancia, sino que los conquistadores se encontraron con vetas vírgenes y mano de obra barata a través de la explotación del trabajo de los indígenas", añadió Espinoza.
-Hoy en día ¿cualquier persona que vaya al lugar podría volver con oro en los bolsillos?
"Prácticamente todos los esteros y ríos de esta zona tienen oro al sur de Concepción, en los alrededores de Rere y cerca de Río Claro (comuna de Yumbel). Una persona inexperta podría estar tres días trabajando para sacar un gramo, pero la aventura es impagable. Puede ser que te dé la fiebre del oro, jajajá, pero no mucho más".
Según el experto es, a esta altura del año, a fines del invierno, cuando más se trabaja en la extracción del mineral mediante el uso de la challa (especie de plato de madera o de metal en cuyo fondo se deposita el polvillo o las pepitas si las hubiera). "En esta época ya no hace tanto frío y se aprovechan las arenas que el invierno ha arrastrado", asevera, sumando que el oro se puede encontrar a uno o dos metros de profundidad.
-¿La recolección de oro es relevante en la economía de las familias de esa zona del país?
"Efectivamente, pero esto lo combinan con agricultura de subsistencia y la crianza de animales. No se dedican a eso exclusivamente".
picadas secretas
-¿Hay sitios en donde se puede encontrar más oro que en otros?
"Sí, pero los gambusinos son muy cautos y celosos de dar información, por razones obvias. A lo más, a un afuerino, aunque sea de confianza, lo pueden invitar al río, le darán una pequeña demostración y de seguro le dirán que antes era mejor y que ahora ya no lo es. Además, es poca la gente que se dedica a esto, porque son recelosos de transmitir y enseñar esto a otras personas que no sean de su familia. Existe el temor a que les quiten sus picadas".
Aclara que los gambusinos actuales son hijos y nietos de otros gambusinos que trabajaban en esta zona cuyo centro es el histórico pueblo de Rere. "No es un arte difícil de aprender, yo he ido a esos lugares y hemos sacado oro, pero muy poco, muy lejos de las cantidades que sacan los expertos", confidencia.
Espinoza describe que muchos de los buscadores de oro, juntan lo recolectado en sus casas, lo pesan y lo llevan a un comprador que está en Rere. Este hombre lo toma, lo pesa nuevamente, lo paga y viaja a joyerías de Concepción o Santiago dependiendo de donde obtenga el precio más conveniente.
"Una persona inexperta podría estar tres días trabajando para sacar un gramo, pero la aventura es impagable".
Luis Espinoza,, profesor e investigador"