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Albañil en prisión por muertes de niño y su nana en Las Salinas

Fiscalía presentó análisis molecular a polvo blanco que acreditaría la participación del acusado. Defensoría cuestionó argumento. Familia del menor aplaudió la medida cautelar.
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Mario Saavedra Ponss

Rubén Carrasco Torres, un albañil de 56 años de edad, quedó ayer en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el doble homicidio del sector Salinas de Talcahuano, en el que fallecieron un niño y su nana tras ser atacados con golpes y heridas cortopunzantes. Durante la audiencia de formalización de cargos, la Fiscalía expuso que la principal evidencia para acreditar la participación del imputado fue un análisis molecular a un polvo blanco encontrado en el sitio del suceso, en evidencias de sangre, el cuerpo de una de las víctimas, así como el calzado y chaleco del acusado.

Ataques

La audiencia duró tres horas y comenzó con el relato del fiscal Mario Elgueta, quien detalló que el acusado tenía total conocimiento de la rutina de la casa en la que trabajaba como asesora del hogar su ex pareja, Cristina Tapia Hormazábal. Según explicó el persecutor penal, el hombre entró a la vivienda, entró a la pieza del niño en el segundo piso en donde encontró a la mujer y que "se le abalanzó y le dió golpes de puño en el rostro y también con elemento contundente en el cráneo (…) aprovechó de darle cortes y puñaladas en el cuello".

Aclaró que las lesiones de tipo homicida le generaron la muerte en pocos instantes. Posteriormente, aprovechando su superioridad física, agredió al menor que estaba en el dormitorio de sus papás. El crimen se habría registrado entre las 10.30 y las 11.30 horas.

Tras el fallecimiento de las víctimas, el imputado efectuó un registro superficial de cajones y algunas dependencias sustrayendo anillos de la mujer, dos notebooks y otras especies electrónicas con las que después abandonó el sitio del suceso.

Vestimentas

Fiscalía agregó que el acusado trabajaba en la remodelación de una casa en calle las Dalias, en Los Cóndores, distante a pocos minutos. Elgueta añadió que Rubén Carrasco llegó al sitio del suceso alrededor de las 14.00 horas. "Señala que se quiere ir a cambiar de ropa porque estaba muy sucio. Un testigo se ofrece a llevarlo y maneja. En el trayecto de ida el testigo dice que el imputado lanza la frase 'esta hueá me puede llevar a la cárcel', hecho que el acusado niega". Cabe consignar que la primera vestimenta utilizada por el individuo, fue requisada para efectos de la indagatoria.

Para acreditar la participación del detenido, Fiscalía explicó que se habían agotado las líneas de investigación por parte de la Brigada de Homicidios de la PDI, por lo que se hizo una revisión de todas las evidencias, las cuales fueron entregadas a un equipo policial especial conformado por el OS9 de Carabineros y el Labocar de Puerto Montt.

Sería yeso

Entre los antecedentes había cientos de fotografías del sitio del suceso. "Logramos determinar la existencia en el sitio del suceso no solamente de huellas plantares a través de los registros fotográficos, sino también la existencias de restos, en este caso, de polvo, que podrían corresponder a una sustancia que determinamos como yeso", indicó Elgueta.

El persecutor penal aclaró que "no lo determinamos nosotros, no fue un tema antojadizo ni arbitrario. Fue algo que determinó un facultativo de la Universidad Austral de Chile, un perito, un doctor en este caso, que determinó las características moleculares de lo que pudimos entregar como evidencia". Explicó que se encontró la misma sustancia en el pelo del cuerpo del menor, que debió ser exhumado para concretar la diligencia, así como también en tórulas de algodón con las que se levantaron muestras de sangre el día del crimen y también en vestimentas del imputado, entre ellas su calzado.

Además, Fiscalía expuso que Carrasco "da una relación de hechos de lo que habría realizado ese día, pero ha quedado desvirtuado a partir del testimonio de terceras personas. Al menos tres testigos".

Defensoría cuestiona

Ante ello, se le solicitó a la magistrado Antonia Flores Rubilar que decretara la prisión preventiva del acusado, situación a la que se opuso la defensora penal pública María Francisca González, quien intentó desacreditar las pruebas presentadas por Fiscalía.

"La verdad es que nos parece que particulamente en torno a la huella, pero en realidad referente a toda la evidencia lo que se presentó hoy como antecedente, después de una investigación de cuatro años, es básicamente escaso, escueto, meramente indiciario y no permite acreditar la participación de mi representado. Ahora respecto a la llamada prueba científica estimamos que estos peritajes no reúnen los estándares de rigurosidad y calidad que necesitan este tipo de pruebas para desvirtuar o acreditar la participación de una persona en un delito", indicó la defensora González.

La profesional de la Defensoría Penal Pública añadió que "él niega categóricamente su participación en estos hechos y nosotros vamos a evaluar las otras vías de participación, que no se llevaron a cabo por el Ministerio Público para tratar de acreditar los dichos de mi cliente".

Además, González argumentó que la hipótesis presentada por Fiscalía podría coincidir con otra persona y no necesariamente con Rubén Carrasco. En ese sentido dijo que "existiría otra línea de investigación que se aprecia desde los antecedentes y que no fue acotada a cabalidad. Incluso esta persona se sintió en algún momento imputada por este delito y solicitó su formalización, lo que fue negado e incluso fue entrevistado por la PDI como testigo". En ese sentido, dijo que se investigará.

Magistrado

Por su parte, la jueza Antonia Flores Rubilar indicó que las muestras levantadas en algodón fueron claves. Dijo que en "las tórulas de sangre que se analizaron apareció esa sustancia que decía que era similar a yeso por un peritaje químico y molecular que efectuó la Universidad Austral y que coincidía con la sustancia hallada en la ropa del imputado, específicamente unos zapatos y un chaleco". Agregó que también fueron fundamentales "pruebas testimoniales que lo ubicaban fuera de su lugar de trabajo, en un horario en el que se habría cometido los hechos".

Familiares

Cabe indicar que cuando la magistrado decretó la prisión preventiva, la familia de Matías aplaudió. Algunos le gritaron asesino y un primo del niño debió abandonar la sala. Según sostuvo este último, Roberto Poblete, "fueron cuatro largos años de sufrimiento para mi familia. Nosotros a él (a Rubén) lo conocíamos. Yo había trabajado con él, era una persona fría, sin carisma".

Por su parte, los seres queridos de Cristina dijeron estár tranquilos y se retiraron sin dar mayores declaraciones. En tanto los familiares de Carrasco salieron de la sala gritando que el acusado sería inocente.

"Determinamos la existencia de polvo que podría corresponder a una sustancia como yeso".

Mario Elgueta,, Fiscal"

4 años pasaron desde el doble homicidio. El imputado incluso estuvo en los funerales.