Familia de abuelita perdida exige una ley de extraviados
Mery Jara Carrasco desapareció a hace casi un año en Santa Juana y no hay ninguna pista sobre qué le ocurrió.
Los casos de Tamara Zurita, joven buscada hace 21 días en Chiguayante, y Sergio Mardoff, de quien se perdió el rastro el 2005 y cuyas osamentas estuvieron tres años sin identificar en el Servicio Médico Legal, abrieron una caja de Pandora en relación a las personas desaparecidas en la Región del Bío Bío.
Una de las tantas familias que pasa por un doloroso proceso de búsqueda, a estas alturas de forma particular, es la de Mery Jara Carrasco, de 77 años, quien desapareció el 27 de octubre de 2017 desde una casa de veraneo en el sector Ovejería de Santa Juana. Los Muñoz Jara hablaron con La Estrella de la investigación del caso y cuestionaron la labor del Ministerio Público y las policías, afirmando que Chile requiere una ley de extraviados.
Jocelyn Muñoz, hija menor de la abuelita perdida, cuyos carteles abundan en el Camino a Santa Juana, explicó que "hemos conversado con varias familias de desaparecidos y queremos que se pueda sacar una ley de extraviados, que permita mantener las búsquedas y que aporte fondos para ello, porque no todos tienen los recursos particulares para hacerlo. Estamos decepcionados de los procesos investigativos y después de lo del joven Mardoff, ¿qué podemos esperar como familias?".
Agregó que "el Ministerio Público no debería cerrar causas, se tendría que investigar hasta que se encuentre alguna pista, al contrario de como sucede. No porque no existan avances hay que cerrar las causas, pareciera que el país no está preparado para el tema de las desapariciones de personas o el Estado no se quiere dar cuenta que esto es una realidad".
Sin pistas
Consultada por el estado del caso de presunta desgracia de su madre, la mujer indicó que "hasta ahora no tenemos nada nuevo a casi un año de su desaparición y se nos notificó por carta que el Ministerio Público cerró la causa, por lo que quedamos sin apoyo para la búsqueda, que seguimos haciendo de forma particular. No se nos explicó nada y tampoco se nos citó a la audiencia de cierre, solo tuvimos acceso a la carpeta investigativa, que no presentaba una tesis sólida de qué pudo pasarle a mi mamá".
Añadió que "como familia de una persona desaparecida nos llama la atención que no hay ningún tipo de respuesta y eso se repite en varios casos. Al realizar una denuncia de presunta desgracia lo primero que te dicen es que todos los organismos están en línea y si se encuentra un cuerpo de características similares se va a saber si es tu familiar. Con el caso Mardoff nos damos cuenta de que eso es mentira y a estas alturas no nos espantaría que mi mamá esté en el Servicio Médico Legal y no lo sepamos".
Preocupación
Respecto a la labor de la PDI en la investigación por la desaparición de Mery, su hija apuntó que "fueron tres veces a la casa y sólo una vez estuvieron con canes de búsqueda, pero nada más y eso fue en un lapso de tres meses, pero no tenemos detalles del trabajo que realizaron. Tampoco nos tomaron como familia alguna muestra de ADN y queremos que ese procedimiento se haga, ya que es fundamental para identificar un cuerpo. Nos hemos contactado con otras personas que tienen parientes desaparecidos y eso se repite".
Agregó que "con el caso de Tamara se ve un amplio despliegue y que están haciendo una investigación, pero en el caso de mi mamá no pareciera que fue así. Ahora mi duda es ¿qué va a pasar si no la encuentran (a Tamara) en unos meses más? ¿También van a cerrar el caso?".
"No tenemos nada a casi un año de su desaparición y el Ministerio Público cerró la causa".
Jocelyn Muñoz,, hija de Mery Jara"