Sergio Gamonal V.
Como muchos emprendimientos, el de Magdalena Santi Lizama (38), nació de la necesidad de salir adelante al encontrarse sin trabajo. Ingeniera en prevención de riesgos de profesión, decidió un día comenzar a vender artículos de belleza, lo que le abrió la puerta a una nueva vocación: el maquillaje.
"Cmpraba por internet productos de marcas que antes no existían acá, y de ahí partió la inquietud de aprender cómo enseñarles a mis clientas a utilizar los productos que les estaba vendiendo. Además era algo que me gustaba y vi que había una necesidad para cuando alguien necesita ir a un evento", cuenta la hualpenina.
Así comenzó a estudiar maquillaje con la idea de profesionalizar su labor y resaltar la belleza natural de sus clientas, ya fuera para matrimonios, graduaciones u otros eventos sociales. "Me di cuenta que la mujer en general no sabe maquillarse de acuerdo a sus características físicas, porque el maquillaje es eso, tratar de mejorar los aspectos que tenemos. Muchas se aplican productos sin saber sacarse partido", señala.
Eventos
Por ejemplo, cuenta Magdalena, cuando el servicio es para una novia ella se ocupa de preparar la piel y maquillarla de acuerdo a lo que la novia desea sin pasar por alto su estilo personal. "Es muy importante, porque no se trata de disfrazar, sino de resaltar lo que la persona tiene", señala. Y, además, que sea acorde con su vestido.
"También he maquillado varones. Aunque suene extraño, cada vez más los hombres se están preocupando de estar mejor presentados para el día de su boda, de verse bien en las fotos", comenta.
Además de realizar asesorías y servicio de maquillaje a domicilio a través de su fanpage Magdalena Santi Makeup, la hualpenina realiza clases de automaquillaje "para quienes quieren aprender a sacarse partido y a saber utilizar los productos, porque en las tiendas venden muchos cosméticos que ellas no saben cómo usar".
Actualmente, Magdalena se desempeña como experta en prevención de riesgos en las obras de recuperación del antiguo teatro de Lota, y sueña con ser parte también de una restauración del teatro del liceo Enrique Molina: no sólo quiere que las mujeres se vean bien, sino también los edificios históricos de la región.
A domicilio
Y aunque ahora sí se encuentra con trabajo de prevencionista, no deja de lado su pasión por el maquillaje y, en su tiempo libre, toma su maleta de productos y acude al llamado de quien requiera su servicio de belleza. Y subraya: "Eso es lo más lindo, lo que me gusta lograr: que las mujeres sean jóvenes o mayorcitas se puedan sacar partido, resaltar los atributos de la belleza natural que tienen".
"Me gusta que las mujeres se puedan sacar partido, resaltar la belleza natural que tienen"
Magdalena Santi"