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Conozca cómo son los nuevos almacenes de barrio en Conce

Son nuevos en el mundo de los almacenes, pero cada uno tiene una idea de lo que quiere con sus emprendimientos.
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Alfonso Levet G.

"Queríamos un negocio protegido de los vaivenes de la economía y llegamos a la conclusión de que no hay mejor negocio que el de la comida".

Fernando Alarcón, penquista de toda la vida y actualmente uno de los dueños de Soko Market, en Cochrane, vivió muchos años en Santiago y, junto a dos amigos del colegio, empezó a idear un plan de retorno a su ciudad natal.

"Tenía años de experiencia empresarial y mis amigos estaban en el mundo de la banca", relata, y poco a poco, fueron afinando el regreso a Conce, con algo que querían que fuera el opuesto de lo que habían conocido.

"Con Boris, con quien finalmente iniciamos este proyecto, dijimos que si volvíamos, sería con un emprendimiento porque iba a ser difícil emplearnos con las mismas condiciones con las que estábamos en Santiago", reconoce, y empezaron a estudiar los negocios locales.

"En países desarrollados como Japón, las tiendas de conveniencia tienen comida preparada, atienden todo el año, las 24 horas del día y con todos los servicios posibles", cuenta.

Por otro lado, les gustaba la vinculación del almacenero tradicional con sus clientes, "entonces dijimos que nuestro negocio sería lo mejor de los dos mundos, tiendas bonitas, ordenadas y precio justo", cuenta Fernando.

Con atención desde las 7.30 de la mañana, y un trato cercano, los amigos y sus familias han logrado cautivar a clientes que valoran la cercanía del trato y la calidad de lo que ofrecen, "la gente está volviendo al pequeño comercio, cada vez a los emprendedores se los valora más".

Cercanía y conversa

También un concepto de cercanía y algo de nostalgia fue el que desarrollaron Rodrigo Vives y su esposa para emprender con un almacén al que llamaron "El Negocio".

"Fue idea de mi esposa; teníamos un ahorro, la pensamos un poco y coincidió en el lugar estaba en arriendo", cuenta Rodrigo, que confiesa que los recuerdos de los almacenes de sus respectivas familias influyeron en el local y la atención que ofrecen.

"Esto es algo para gente de 30 ó 40 años, que, como nosotros, fueron niños en los '80. Gente que se acuerda del Miti Miti, algo para compartir, y pusimos ese estilo", relata.

Una de las características del local son las mesas y revistas que hay, donde los clientes se sientan a conversar, aún sin conocerse. "Está la posibilidad de ver a la otra persona como gente y no como un contacto, como antes".

Rodrigo aclara que, aunque nuevos en el rubro, es algo que de alguna manera llevaban, "tenemos tradición almacenera porque mi abuelo tenía panadería y la mamá de mi esposa tiene dos negocios, algo había".

Por ahora proyectan crecer el reparto de desayunos a oficinas, "ofrecemos sanguchitos por un precio redondo, con jugo o un par de cafés, algo pensado para compartir".

El local, eso sí, se queda como está "no va a ser más de lo que es ahora, queremos trabajar la idea de que pasan cosas en el negocio".

La vega en el centro

Como una extensión de la distribuidora que tienen en la Vega Monumental, hace poco más de un año el Emporio Agrícola abrió un local en Chacabuco.

"Se armó todo este cuento a partir de la fruta y la verdura, y de a poco ha ido creciendo, hasta tener otro tipo de productos más gourmet", cuenta el administrador del local, Luciano Matus.

Como ya tenían proveedores y contactos, ir sumando productos a la oferta no se les hizo difícil, "llevamos varios años en el rubro, nos llegan productos que nuestros proveedores nos sugieren".

Los clientes son, en su mayoría, residentes del edificios del sector y gente que trabaja en las cercanías del local que, además, tiene un estilo rústico que lograron con madera reciclada, "llevamos un año y dos meses y fue creciendo paulatinamente, a los 5 meses el negocio ya se había hecho conocido".

"Uno tiene que ser agradecido de que los clientes vengan a nuestro negocio"

Fernando Alarcón,, Soko Market"