Reviven grandes experiencias en casas pequeñas y especiales
Las casas tuteladas son un proyecto gubernamental que ha otorgado una mejoría en la calidad de vida de algunos adultos mayores de la región. Habitantes de estos recintos y autoridades coinciden en señalar que deberían haber más.
D ora Reyes Aguilera abre la ancha puerta de su casa con entusiasmo. Una sonrisa se constituye en el punto de atención de su rostro que representa menos de los 82 años de edad que lleva en este mundo. "Perdónenme que los reciba en bata chiquillos, es que me vengo levantando. He estado resfriada, pero ya estoy bien. Acá una está acompañada y no se pasan penas", dice, al mismo tiempo que una de sus amigas, que la había ido a visitar, asiente con su cabeza a cada palabra que ella pronuncia.
Dora, pencona de toda la vida, es una de las habitantes del condominio de las llamadas viviendas tuteladas para personas mayores ubicadas en la Villa Primavera de Penco. Ella fue una de las primeras vecinas que llegó a vivir a este recinto, ubicado en el 400 de la calle Esteban de Sosa.
"Está bien buena la casa", señala a La Estrella en el living de su vivienda. Se toma las manos para agregar con orgullo: "Acá me pueden visitar mis amigas y tengo la tranquilidad para poder comunicarme con mis hijos. Uno de ellos vive en el norte y para el verano lo voy a visitar".
Hablar de sus muchachos, de sus achaques, de sus recuerdos y de algunos proyectos, es parte importante de la vida de los adultos mayores. Compartir y sentirse acompañados, según explica Patricio San Martín, encargado regional del programa de Viviendas del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), retrasa el normal deterioro físico y cognitivo de nuestros abuelos y fue, además, el foco general que motivó la creación de las viviendas tuteladas.
"Ellos tienen monitoras del área social y de salud. Reciben intervención individual y grupal. No se desconectan de la comunidad y eso les ayuda a tener una mejor calidad de vida", sostiene. "El que hayan más de este tipo de viviendas está sujeto a disponibilidad presupuestaria y sería ideal que hubiesen más. Hoy tenemos en Contulmo, Coronel, San Pedro, Penco y Hualqui y se está terminando uno en Nacimiento", dijo.
El encargado explica que el Ministerio de Vivienda construye, luego pasa al dominio del Senama y ésta institución realiza una licitación para la administración, la cual, generalmente queda en manos de los municipios. "Cuando ese proceso está listo, comienza la selección de los beneficiarios", sostiene.
Ése fue el caso de Eugenio Muñoz Zabala (74). Este ex carpintero, trabajó por casi 50 años en el rubro de la construcción. Recorrió todo Chile para ganarse el sustento y hoy es uno de los habitantes de las tuteladas. "No me quejo. Voy a comprar el pan, me preparo mi almuerzo, veo televisión, trabajo en mi huerta y participo en las actividades que acá tenemos", relata en su pequeño patio.
-¿Usted hace los cajones de los almácigos?
"Por supuesto. Todo lo hago yo mismo"
Postulación
"Las viviendas son para adultos mayores que son autovalentes y que no tienen otra vivienda. Para llegar a ellas, la postulación se hace de forma presencial en Senama", explica Valeska Sáez, encargada de programas de Senama.
"Ellos firman un comodato y pagan sus gastos básicos. La idea, por sobre todo, es que vivan en comunidad. Las instituciones que administran estos condominios contratan un monitor que hace un diagnóstico y un plan de intervención con los residentes. Se encargan de fortalecer relaciones y aprender a resolver conflictos. Es que vivir en comunidad no es fácil", sostiene.
En ese sentido, Dora finaliza señalando: "Me gusta mi casa. Como todo en la vida, hay cosas que mejorar, pero lo importante es que acá nos acompañamos, hacemos actividades en nuestra sede vecinal. Nos visitan niños de un colegio, tenemos clases, hacemos ejercicios. En fin. Tenemos harto que hacer".