Cancillería promete ayuda a familias de chilenos en Italia
Parientes de los compatriotas que murieron por la caída de un puente en Génova están complicados con los pasaportes. El gobierno italiano arremetió contra la concesionaria.
El Gobierno chileno garantizó ayer que prestará las facilidades a las familias de los tres compatriotas que fallecieron en Italia el martes a causa de la caída de un puente en Génova, hecho que hasta ayer dejaba 39 fallecidos. El número debería aumentar, pues hay muchos desaparecidos que podrían estar bajo los escombros.
Los chilenos son Juan Rubén Figueroa Carrasco y el matrimonio de Juan Carlos Pastenes Rivillo y Leila Nora Rivera Castillo.
El primero era oriundo de Quillota y su familia asegura que, tras pasar casi cuatro décadas en Europa, se aprestaba para regresar definitivamente el 15 de septiembre. Los segundos son oriundos de Valparaíso y al menos él era una persona conocida en Génova debido a su trabajo como chef.
Apoyo
Ayer, familiares de los porteños expresaron sus dificultades para viajar a Italia a la brevedad debido a problemas con los pasaportes. Esto, porque contaron que en el Registro Civil les informaron que tardarían unos cinco días en entregárselos.
El Gobierno respondió a través de un comunicado que "se ha brindado apoyo para gestionar, de emergencia, la documentación necesaria para que la familia del matrimonio Pastenes Rivera pueda viajar a Italia cuanto antes. Cancillería seguirá en contacto y colaborando en todo lo que le sea posible con estas familias".
Por medio de Twitter, el canciller Roberto Ampuero reiteró la posición: "Nuestras sentidas condolencias a familiares de nuestros tres compatriotas fallecidos en el desplome del puente en Génova, que cobró la vida a 39 personas. Red consular de Cancillería está en contacto y prestará asistencia a los familiares en lo que sea posible".
"un error humano"
En el puente Morandi ayer seguían las labores de rescate para un siniestro que además de la cifra de fallecidos incluía a 14 heridos, doce de los cuales permanecían graves. Además, se evacuó a unas 600 personas que vivían junto a la estructura de un kilómetro, de los cuales 90 metros se desplomaron por causas aún desconocidas. Una de las tesis que se barajaba era una fatiga de material y la degradación del pavimento. "No ha sido una fatalidad, sino un error humano", dijo al canal RAI el fiscal general de Génova, Francesco Cozzi.
La concesionaria a cargo del puente, una filial de la empresa Atlantis, trabajaba en la mantención del pavimento. El ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, dijo que debían dimitir sus máximos ejecutivos; y el titular de Interior, Matteo Salvini, agregó que debería quitársele la concesión.
"El puente estaba bajo control de una empresa que gana millones de euros y que evidentemente no ha hecho lo que debía. Revocar la concesión es lo mínimo", opinó Salvini.
"No ha sido una fatalidad, sino un error humano".
Francesco Cozzi,, fiscal de Génova"