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En bici y con cuentos unen a niños de Latinoamérica

"Pedaleando un Cuento" es un proyecto social gratuito de dos jóvenes sureñas cuyo objetivo es recuperar la tradición oral, contribuyendo en comunidades apartadas con encuentros en torno a la lectoescritura, el juego y la naturaleza.
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María Eugenia Núñez

Son las 15 horas y Javiera Andrade junto a Maritza Burgos aguardan afuera del Servicio de Pediatría del Hospital de Castro para ingresar a relatar historias de la oralidad popular e invitar a estos pequeños pacientes a un viaje por los lugares infinitos y recónditos.

Montadas sobre una bicicleta, estas dos educadoras iniciaron en Valdivia, una travesía por el sur que las tiene durante este mes recorriendo escuelas rurales de alta vulneralidad social de Chiloé, fomentando la lectura en alumnos entre 4 y 11 años de edad, contando entretenidos relatos, algunos propios y otros de autores clásicos, motivando a los escolares a crear su propia historia y de esa forma recuperar la tradición oral.

El objetivo es llegar durante estos meses a pueblos y comarcas de la Patagonia, para ya en mayo del próximo año recalar en Cabo de Hornos y luego visitar la única escuela que existe en la Antártica.

La travesía se enmarca en el proyecto "Pedaleando un Cuento", en el que ambas realizan encuentros gratuitos de cuentacuentos y talleres de creación literaria.

"Este año emprendimos un gran sueño, recorrer América Latina en bicicleta visitando las escuelas rurales, realizando talleres de creación literaria que duran una semana. Una semana en la que por medio del trueque la comunidad nos brinda alimentación y alojamiento y nos empapamos de la cultura local. Nuestro objetivo es contribuir al tejido sociocultural co-creando encuentros comunitarios, en torno a la lectoescritura, el juego y la naturaleza a través del 'cicloviaje sostenible'", explica Javiera.

Este particular recorrido por el Chile profundo ya es visible a través de un registro audiovisual que han compartido a través de distintas plataformas sociales como Facebook e Instagram y un canal de YouTube, motivando a los educandos a ser partícipes de este pedaleo literario, el cual ya ha sumado en su andar a pequeños de localidades apartadas de las regiones de Los Ríos y Los Lagos.

Javiera y Maritza junto a sus bicicletas "Anacleta" y "Musgo", respectivamente, han estado generando redes y han recibido donaciones de quienes ya están pedaleando este cuento junto a ellas. Se espera cada vez contar con una mayor red de apoyo y así seguir cultivando el amor por la literatura, el juego y la cultura.

"El sueño que hay detrás de nuestro proyecto es contar la realidad rural latinoamericana desde la voz y los cuentos de los niños y niñas", aclara la sicóloga.

Durante estos tres meses de viaje las jóvenes han visitado diez escuelas, realizado siete talleres, 23 encuentros de cuentacuentos, compartido con 519 escolares desde prekínder hasta sexto básico.

"En total hemos recorrido 840 kilómetros en bicicleta, bajo lluvia, sol, heladas, altos y bajos", suma la profesional.

"Ahora nos encontramos en Chiloé, sobre el final del primer semestre, estuvimos una semana compartiendo con los niños y niñas de Añihué y luego otra semana en Tac. De estas islas (de Quemchi) nos impresionó la tranquilidad de los niños y niñas, quienes son muy respetuosos y participativos. También hemos notado un buen desarrollo del lenguaje, son niños que tienen mucho que contar, pues tienen una vida en la que participan del quehacer de los adultos sin dejar de lado su niñez, son personitas que saben cuidar de un huerto, conocen cómo se marisca y cómo se pesca diferenciando distintas técnicas. Por ejemplo, en Tac pudimos ver cómo los niños aprenden a tejer a telar y a hacer cestería", menciona Maritza Burgos.

Por medio de su página web www.pedaleandouncuento.org, reciben donaciones.

Además, Javiera y Maritza trabajan con el antiguo oficio del trovador u orador. De esta forma llevarán las producciones literarias creadas por los educandos de una comunidad a la siguiente localidad, generando así un tejido sociocultural por medio del cuento. "Queremos que los pequeños nos cuenten cómo es nuestra tierra, nuestra cultura, por medio de conocer y dar a conocer Latinoamérica desde la fantasía y la riqueza literaria de nuestras niñas y niños", manifiestan ambas creadoras.

"De estas islas (de Quemchi) nos impresionó la tranquilidad de los niños y niñas, quienes son muy respetuosos y participativos.

Maritza Burgos,

profesora de inglés."