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Los secretos de las pinturas chilenas de la Pinacoteca

El recinto de la Universidad de Concepción ofrece obras enmarcadas en los siglos 19 y 20, algunas de las cuales tuvieron cuestionamientos durante la época.
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Pablo Martínez Tizka

Obras de arte que representan historias a través de figuras humanas o paisajes, son parte de la extensa colección de pinturas que tiene la Pinacoteca de la Universidad de Concepción.

En el recinto hay aproximadamente treinta mil obras de los maestros y precursores de la pintura chilena, que datan de los siglos XIX y XX.

Sandra Santander es la curadora de la Pinacoteca hace quince años. Es escultora y licenciada en arte de la Universidad de Concepción, además de ser magíster en Historia del Arte. "Como en todos los museos del mundo, hay un gran número de obras, de las cuales se muestra como un diez por ciento de ellas. De todas formas, hay rotaciones en las exposiciones, porque la idea es poner la mayor cantidad de patrimonio a disposición de la gente".

"Nuestro público generalmente son los estudiantes de lunes a viernes y los grupos familiares los fines de semana. Ahora, en las vacaciones ha aumentado el público. Toda la colección es de pintura chilena. Algunas obras son muy conocidas, otras no tanto, pero obviamente tienen su contexto", agregó antes de iniciar un recorrido por las salas.

Cuestionamientos

Durante la semana pasada Lucy Ana Avilés, la empresaria que financió la llegada del Supertanker a Chile, criticó en su cuenta de Twitter la pintura "El jardín de las delicias", de El Bosco, que está en un libro autorizado por el Ministerio de Educación para niños de tercero básico. En la oportunidad, dijo: "Más con los temas de abuso, tener imágenes de arte con figuras humanas con flores introducidas en una parte íntima!!! No veo el aporte para los niños".

Consultada sobre si en algún momento el recinto ha recibido reclamos de asistentes por el contenido de las obras, Sandra Santander señaló que "todas ellas tienen su contexto y la interpretación es libre de cada persona. En la Pinacoteca tenemos exposiciones con desnudos y han habido otras que son rupturistas donde se han tocado temas fuertes como el Sida, pero nunca hemos tenido reclamos de la gente por el contenido".

Una de las obras de pintura chilena en la Sala Tole Peralta de la Pinacoteca es "La Ninfa de las Cerezas" de Alfredo Valenzuela Puelma, que data de 1888 y que fue pintada en París. En la imagen se ve un desnudo femenino.

No obstante, Sandra Santander dijo que "en esa época el problema no era el desnudo, sino que la mujer mira al espectador y le ofrece la cereza. Hay un contenido erótico, porque es una abierta invitación. En el mundo católico generó tremenda discusión. En los desnudos de esa época, la modelo no miraba al espectador. La cereza representa la exuberancia y el placer".

Santander agregó que "esta pintura ganó el Salón de París y Valenzuela Puelma vivió mucho tiempo en Europa. Se va con su trabajo a Madrid y gana el Salón de Otoño. El quiso traer la obra a Chile, porque sintió que en el país no fue reconocida lo suficiente y la obra causó controversia por los cánones morales de la época. La tuvieron que guardar".

Retratos

La sala principal de la Pinacoteca es la Sala Tole Peralta, cuya colección se compone de pinturas que son de fines del siglo XIX y principios del XX. Como tiene fines educativos, las pinturas están ordenadas en orden cronológico. En aquella época predominaban los retratos.

"La función era mostrar los rostros de las personas, al no haber fotografías. En 1810 comenzó la pintura chilena, al mismo tiempo que la República. Son retratos sociales y la idea era remarcar cuáles eran las clases dirigentes de la época", dijo la curadora de la Pinacoteca.

Entre los retratos destacados están el de "Doña Nicolasa de la Morandé de Andía y Varela" y el de "Don Borja de Andía y Varela", realizados en 1814 por el pintor José Gil de Castro.

Santander destacó del autor que "el rostro que conocemos de Bernardo O'Higgins fue gracias a Gil de Castro, porque lo pintó en natural y el resto de retratos se basó en el trabajo de este artista", agregó.

Paisajes y realidades

Luego de los retratos, la secuencia continúa con los paisajes. Sandra Santander dijo que "uno de los grandes artistas del Siglo XIX en Chile fue Pedro Lira con obras como 'Paisaje de Invierno'. Fue un gran maestro y tuvo muchos discipulos en el Siglo XX".

Otro de los trabajos destacados es "La poda", de Celia Castro. "Ella fue una de las primeras mujeres pintoras profesionales en el país. Fue la abuela de Salvador Allende y la pintura muestra la luz de la tarde de invierno en un acto común en el campo chileno como la poda".

Generación del trece

Hubo un grupo de pintores que irrumpieron en la escena nacional con una exposición en 1913. "En esa época apareció el proletariado y de esa capa vinieron los pintores de esa época. Ellos tienen otra mirada sobre la realidad del país. Hay una nueva paleta de colores y aparecen escenas vernaculares como la vega, el cabaret, el matadero y la arquitectura rural", señaló la profesional.

La curadora argumentó que en esta época "hay un contenido social y una preocupación por visibilizar y cambiar los cánones de la pintura en Chile. La Universidad de Concepción tiene 548 obras sólo de esta generación, siendo la colección más completa del país. Están las obras más emblemáticas, sean de escenas vernaculares, desnudos o paisajes".

En ese sentido, Santander dijo que "los desnudos son diferentes a la carga poética y erótica del siglo anterior, sino que son un poco más dramáticos".

El coleccionista

Ezequiel Plaza fue un artista visual cuyas obras se basaron principalmente en retratos. Una de sus obras más conocidas fue "El pintor bohemio". "Se dice que su pintura es oscura, porque pintaba a la luz de las velas, en los rincones de los conventillos donde instalaban sus talleres. Refleja el desamparo y la desesperanza del pintor de esa generación".

Además, Plaza pintó a su hermana Rosa, a su sobrina y a su hijo, cuyos retratos están en esta sala. Sin embargo, uno de sus retratos más icónicos fue el de su cuñado, Julio Vázquez Cortés.

"Este caballero era el marido de Rosa Plaza, es decir, cuñado de Ezequiel Plaza. Él era funcionario de la Cancillería y compraba pintura tanto a Ezequiel como a otros pintores de esa generación. Vázquez compró las obras y cuando se jubiló, le vendió las obras a la Universidad de Concepción. Él es el coleccionista y todos los pintores del 13 le hicieron un retrato a modo de agradecimiento. La colección se llama Julio Vázquez Cortés", finalizó la encargada.

"La Generación del 13 tenía otra mirada sobre el país. Se preocupó por el contenido social".

Sandra Santander,, curadora Pinacoteca UdeC"

Proyectos

De acuerdo con la curadora Sandra Santander, pintores locales pueden presentar sus proyectos. "Hay cinco personas que evaluamos y los seleccionamos las obras por el contenido y por la calidad artística. Si es aprobada, se le da la posibilidad para que se agende al año siguiente. El artista puede traer las propuestas que estime. No hay censura porque este es un lugar plural y democrático. Si al público no le gusta, se explica que hay un contexto".

3 mil obras es la cantidad aproximada que tiene la Pinacoteca UdeC en su colección.

1888 fue el año en que Alfredo Valenzuela Puelma pintó "La ninfa de las cerezas".