Javiera Hernández F.
Evite conflictos en vacaciones de invierno
Las vacaciones son un momento de descanso. Ideal para compartir actividades poco habituales y estar con la familia. Sin embargo, no siempre todo es armonía. También pueden surgir conflictos que son parte inevitable de la convivencia diaria y que se deben sobrellevar de la mejor manera.
Hay que tener claro que durante el semestre el trabajo académico y laboral se mantiene en un nivel alto, por lo que en vacaciones surgen la inestabilidad emocional y los signos del estrés. Para evitar conflictos, los adultos deben tener la capacidad de detectar y anticiparse a eventos en que los integrantes de la familia puedan desbordarse. Una forma de enfrentar la situación es escuchar necesidades, peticiones y siempre fomentar el consenso. Gestionar el tiempo para uno mismo, para la familia y para terceros también es una estrategia para que las vacaciones sean realmente una pausa de desconexión.
Todos los integrantes del hogar deben procurar tener actividades propias, que les sean de agrado. Cuesta a veces entender que los hijos no siempre están en la misma frecuencia que los padres; se debe procurar no obligarlos a cumplir siempre los deseos de los adultos. La idea es que todos puedan disfrutar del tiempo libre y no estar siempre preocupados de complacer al otro. Pasar el tiempo en familia, debe ser un momento confortable y no de estrés.
Para que este tiempo resulte óptimo será relevante tener en cuenta: las expectativas reales de las vacaciones, es decir, que todos los planes se puedan llevar a cabo para que nadie se frustre ni haya enojos. Ser flexibles en los panoramas, hay que recordar que se está de vacaciones y ciertas obligaciones autoimpuestas se pueden posponer. Por último, como padres dar el ejemplo, andar de buen humor es crucial para contagiar a los más pequeños.