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De panadero a cafetero con toda la pasión por los objetos antiguos

"Un cafetería debe tener personalidad" fue el consejo clave para que el emprendimiento diera sus primeros frutos.
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Pablo Martínez Tizka

Cuando Angelo Arellano quiso iniciar su negocio cafetero en la Plaza de Armas de Hualqui, el primer consejo que recibió fue que el lugar tenía que "expresarse por sí solo" y que debía "tener personalidad".

Fue así como el nacido en Concepción y radicado en Hualqui hace 30 años, decidió recopilar la mayor cantidad de objetos antiguos posibles, para iniciar su proyecto llamado "Café Express".

Anteriormente tenía una panadería llamada Las Miguitas y de un momento a otro, el negocio ya no fue rentable como antes. "Estuve 24 años vendiendo pan, pero llegaron los supermercados y el comercio chico fue disminuyendo. Uno empezó a agudizar sus sentidos y nació esta idea"

Arellano dijo que "toda mi vida he sido comerciante y lo que he aprendido es que hay que tener el pellejo duro y no ponerse nervioso. Este concepto no es para todo público. Apunto al turista y al que le gusta tomar café. No es masivo, pero es un espacio que no existía en esta ciudad".

El comienzo

El proceso para obtener las antigüedades fue especial para Arellano. El contacto con las personas fue fundamental, ya que en principio no tenía casi ningún objeto.

"Cuando nació esta idea, lo único que había en mi casa era un jarrón inglés antiguo al que nunca le di importancia y que estaba botado en el gallinero. Fue así como todo empezó", afirmó el nacido en Concepción.

Su panadería fue parte importante para las gestiones. "Ahí le preguntaba a los clientes si por casualidad tenían radios antiguas. Una señora me dijo que sí, que tenía una botada. En ese momento fue cuando le pregunté si me la podía cambiar por dos kilos de pan. Así fue como empecé. Obviamente que después compré algunas cosas como una escopeta de 1890 y otras las empecé a recopilar conversando con las personas".

Sobre el arma dijo que "el señor que era dueño no me quería cobrar, pero le insistí y le pagué algo prácticamente simbólico. He recibido muchos regalos de la gente, como un reloj de la Madesal, por ejemplo".

El objeto más preciado

En las mesas hay planchas que dan un claro ambiente de antigüedad en el lugar, además de instrumentos musicales, vinilos y teléfonos antiguos.

No obstante, para Arellano hay un objeto que es el más especial para él, por la trascendencia y por la forma en que lo consiguió: la vitrola.

El cafetero contó que "esta funciona a cuerda y pude obtenerla conversando con un señor que vendía cartones. Aprendí que la gente bota las cosas. Le dije que le compraba lo que a él no le servía. Me contestó que un día iba a pasar por la panadería",

Arellano continuó con la historia: "El señor me dijo 'mire lo que le traigo'. Era una tremenda vitrola más dos planchas. La señora la estaba tirando la basura. Él me vendió la antigüedad por $30 mil y en el mercado hoy vale $800 mil. Es muy difícil de conseguir y por eso lo aprecio más".

Otros de sus objetos más valorados son las cajas registradoras de la década de los 40'. "Una de ellas tiene una historia en Hualqui porque fue la que estuvo presente en la primera panadería de la ciudad".

Y es así como Arellano recibe clientes con relativo éxito, generando emociones, recuerdos y sentimientos a las personas que ingresan. "He podido subsistir durante estos 12 años con tranquilidad gracias a las antigüedades", finalizó.

"En mi casa sólo tenía un jarrón inglés al que nunca le di importancia".

Angelo Arellano,, dueño de Café Express"

12 años de trayectoria tiene Café Express en la Plaza de Armas de Hualqui.

24 años trabajo Angelo Arellano en su panadería, antes de disfrutar de su nuevo proyecto.