Las historias de esfuerzos de familias de viviendas sociales
Personas que habitaron Pedro de Valdivia Bajo y Aurora de Chile hoy viven en el conjunto Vicuña Mackenna y en el Valle Angol respectivamente. Se unen por los años que lucharon para conseguir el "sueño de la casa propia".
Amuchas familias de Concepción les cambió la vida luego de recibir, por primera vez, las llaves de su vivienda propia conseguida gracias a los beneficios sociales entregados por el Estado. Ello fue la coronación de años e incluso décadas de esfuerzo y, muchas veces, viviendo en condiciones muy adversas.
Al menos fue así para las personas que habitaron en las poblaciones Pedro de Valdivia Bajo y Aurora de Chile, quienes desde noviembre de 2011 y diciembre de 2017, respectivamente, tuvieron su nuevo hogar luego de una larga lucha.
Sin embargo, las dificultades no fueron solo realizar trámites o esperar muchos años, sino también la opinión contraria de algunos vecinos respecto a la llegada de familias de esas poblaciones.
Familias que actualmente viven en el conjunto habitacional Vicuña Mackenna y en el CNT Angol, ahora conocido como Valle Angol, dieron su testimonio a La Estrella respecto a su mejora en la calidad de vida y a su relación con sus vecinos actuales.
"no nos querían"
María Antonia Ferrada vivió uno de sus días más felices cuando recibió las llaves de su casa propia en el conjunto Vicuña Mackenna, tras 15 años de espera por una solución. "La primera noche solo armamos la cama. Dormí muy poco, pero fue por la alegría. Antes la pasábamos mal".
Hoy ve por televisión cómo en la comuna de Las Condes hay vecinos que defienden o que están en contra del proyecto de viviendas sociales en la Rotonda Arenas.
Ferrada señaló que "nosotros tuvimos que pasar por lo mismo. Hubo personas que se opusieron y con carteles pedían que no llegáramos. Un alcalde tuvo que hablar para que dijera que no somos delincuentes. Tuvimos dificultades".
Con siete años viviendo en su nuevo hogar, Ferrada está convencida de que "todos tenemos derecho a vivir dignamente. Aquí hay gente de mucho esfuerzo. En todas partes hay clasismo y ¿para qué?".
De todas formas, ahora destaca que además de tener una mejor calidad de vida, la relación con los vecinos de otros condominios es mucho mejor. "Hay mucha gente que trabaja ahí y ya vieron que no había delincuencia".
Jennifer García es otra vecina que recuerda emocionada el momento en que recibió las llaves. "Vivíamos casi a la altura del Sanatorio Alemán. Ya no estamos metidos en el barro como cuando llovía". Además, destacó que "con los vecinos nos saludamos y si tenemos que ayudarnos, lo hacemos".
Una nueva etapa
Claudia Valenzuela es la presidenta de la Junta de Vecinos del nuevo Valle Angol. Respecto a las diferentes opiniones que puedan haber respecto al establecimiento de nuevos habitantes a un sector es que "siempre está el temor al vecino que va a llegar, a lo desconocido. Hubo muchos comentarios que no aprobaban nuestra llegada", dijo.
"Pasamos por tres gobiernos y fue un tremendo logro para muchas familias que no teníamos por dónde calificar para un proyecto así. No tenemos que pagar nada. Es espectacular y la calidad da cuenta de un conjunto habitacional emblemático que superó cualquier expectativa en Chile", agregó.
Edgardo Martínez vivió en Aurora de Chile y es parte de las familias que desde diciembre viven en Valle Angol. "Las calles están pavimentadas, hay más limpieza y estamos más ordenados. Para mi esposa y mis hijas es un mejor lugar para vivir. Somos más felices y entre todos los vecinos conversamos para que sea un lugar más seguro y más limpio".
Junto con Ariel Cáceres y su hermano Rodrigo Martínez, Edgardo señaló que "estamos pendiente de los focos de microtráfico que pudieran haber. Esa es la preocupación, porque nos vinimos de una población que era conflictiva".
Ariel Cáceres dijo a La Estrella que "estamos haciendo rondas, porque no queremos delincuencia ni drogadicción en nuestro sector. Eso nos afecta a todos. Estamos también preocupados de la parte deportiva. Queremos incentivar a los niños a que practiquen deportes y no tengan malas juntas".
"Todos tenemos el derecho de vivir dignamente. En Vicuña Mackenna hay mucha gente de esfuerzo".
María Antonia Ferrada,, vecina"
MULTICANCHA
Vecinos del Valle Angol quieren incentivar la vida sana en el sector para sus hijos. Ariel Cáceres dijo que "queremos una multicancha con cierre perimetral para hacer un cuadrangular con los niños". Rodrigo Martínez añadió que "vamos a incentivar el deporte para luchar contra la delincuencia y la drogadicción. La presidenta de la junta de vecinos pidió que nos encargáramos del deporte".
4500 millones de dólares fue el costo de la inversión en el proyecto de Vicuña Mackenna.