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Técnicas de defensa personal femenina: llave contra el acoso

Penquistas comentan que la práctica de algún arte marcial o deporte de contacto les entrega herramientas que las hacen sentir más seguras.
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Sergio Gamonal V.

Valeska Ortega (27) iba una tarde a tomar el bus para volver a su casa, en Chiguayante, cuando tres hombres intentaron asaltarla. "Tuve que defenderme de los tres. Gracias a Dios no me robaron, recibí un golpe, pero no fue casi nada", sostiene. La joven, profesora de Educación Física, llevaba entonces tres meses entrenando karate kyokushin, motivada por primos que practicaban la disciplina, y admite que, de alguna manera, ese conocimiento "me sirvió harto, de hecho me pude defender de los tres".

A tres años de aquella experiencia y hoy con varios campeonatos nacionales e internacionales en el cuerpo, la también voluntaria de Bomberos considera de mucha importancia para las mujeres entrenarse en algún tipo de defensa personal.

"No hay que ver el arte marcial como una forma de agredir a la gente, sino como una forma de defenderse en caso de situaciones como asaltos, o cuando nos vayan a pegar, o suframos violencia, es algo que encuentro muy, muy importante", recalca.

Técnicas ninja

Realizar alguna actividad que la hiciera sentir segura, como mujer, con sus propias manos, motivó a Fabiana Novoa (28) a tomar clases de bujinkan.

Este tipo de disciplina japonesa, según explica el shihan Cristián Sánchez, "está compuesto de nueve estilos de artes marciales, de los cuales tres son estilo de ninjutsu, el arte marcial de los ninjas, y los otros seis de los samurái".

"El entrenamiento consiste en formas de golpes, luxaciones, técnicas contra armas", añade el instructor, quien resalta que lo importante, más que el amor a la técnica, es el sentido de supervivencia.

"Cada técnica va representando un momento de peligro, entonces la persona tiene que ir sintiendo ese momento e ir reaccionando. El objetivo no es aprender formas o técnicas, sino generar un sentido básico que te enseña a sobrevivir", explica Sánchez, quien el año pasado empezó con un programa de defensa personal femenina en el gimnasio Ciaf en Concepción.

Fabiana, quien entrena desde hace alrededor de tres meses, afirma que "el tema de la seguridad es el principal beneficio, ahora una puede caminar y se siente más segura, sepamos o no bien la técnica, una se siente más segura".

Lo propio asegura Patricia Martínez (28), que comenta que empezó en el bujinkan por acompañar a su amiga, ambas de Talcahuano, pero la motivó el aprender "una disciplina que no es con fuerza, al contrario de lo que yo había pensado". "Para las mujeres es mucho más fácil esta técnica, aparte de que se formó un grupo muy agradable y nos sentimos apoyadas", afirma.

"Una como que siempre se siente más desprotegida en la calle, al andar sola, pero ahora nos sentimos más preparadas", destaca Patricia. "Y las dos juntas, con mayor razón", sonríe Fabiana. "Ahora, en el momento 'de', no sé si voy a reaccionar tan bien, pero creo que al menos tengo las herramientas", concluye la joven.

Taekwondo

Viviana de la Rosa, cinturón negro 5° Dan e instructora de taekwondo, que además es un deporte olímpico, indica que "las personas que buscan un arte marcial propiamente tal, lo buscan como un método o herramienta para poder enfrentar ciertas situaciones. Y ven también que la defensa va de la mano de la precaución, de cómo prevenir diferentes situaciones de riesgo".

"Frente a eso uno les va dando tips, cómo enfrentarse a ciertas situaciones, más que sólo las técnicas, porque eso, en realidad, es el último recurso", añade la docente, quien sostiene que lo primordial a la hora de ver en peligro la integridad física es privilegiar la vida.

"Hoy en día lamentablemente las víctimas estamos más vulnerables que los mismos delincuentes, acosadores, lo que sea (...), las leyes no nos favorecen en cuanto a la defensa propia", comenta.

Enfrentada hipotéticamente a una situación de acoso en una micro, como la que relató hace unos días una joven sicóloga con conocimientos de boxeo que golpeó a un acosador, la taekwondista sostiene que "si me pasara a mí, claro que me voy a defender, pero sin poner en riesgo a los demás".

"Lamentablemente la situación está fea en la calle, pero esa rabia que se va generando contra la delincuencia tenemos que canalizarla y ser bien responsables de lo que estamos haciendo", comenta la experta, quien imparte clases de taekwondo a niños y adultos, damas y varones, en colegios o en la Academia Tae Gym, en San Pedro de la Paz.

Y De la Rosa recomienda el taekwondo "porque es un deporte más completo, puedo canalizar la energía, se puede trabajar en familia, no se ve una violencia extrema. El taekwondo me permite una defensa en corta y larga distancia, me prepara en un estado físico acorde para poder correr frente a una situación de riesgo, prepara mi físico para diferentes momentos de un ataque", argumenta.

Boxeo y estado físico

En la escuela de boxeo "JV", en Concepción, el 70 por ciento de las mujeres que asiste lo hace de manera recreativa, es decir, para ejercitar y aprender técnicas de defensa más que practicar el deporte de manera competitiva.

Así lo explica Rubén Valderrama, promotor de boxeo y presidente del club, quien apunta que el entrenamiento en ambos casos es el mismo en la parte técnica y física. "La diferencia es que ellas no compiten: una cosa es entrenar y la otra es subirse al ring", precisa.

¿Por qué entonces las mujeres se interesan en boxear? "Una niña me dijo una vez que se aburrió de los gimnasios fitness, porque estaba todo el rato en bicicleta o dando vueltas, en cambio aquí aprende dos cosas: una es la defensa personal y la otra, tener un buen estado físico porque el boxeo da muy buen estado físico", reflexiona Valderrama.

El profesor, por lo mismo, recomienda a las mujeres practicar esta disciplina. "El martes empezamos a hacer clases de puras mujeres, justamente la mayoría que ha preguntado ha sido para aprender defensa personal", comenta.

"Pero nosotros -agrega-, les vamos ayudando a no andar temerosas todo el día. Lo que uno va enseñando al final es a que agarren confianza y seguridad, no que aquí les estemos enseñando para que vayan a pelear afuera, no".

En ese punto coincide también, en el caso de las artes marciales, el shihan Cristián Sánchez, quien subraya que "el arte marcial en sí debe generar una tranquilidad en las personas y no una efervescencia violenta, y en el caso de la parte femenina como que eso tranquiliza".

"Si el arte marcial te enseña a ser agresivo, está mal", recalca el exponente del bujinkan. "Tiene que ser al contrario, no necesitamos violencia, no necesitamos agresión, necesitamos saber resolver conflictos, comunicarnos, y la idea es que el arte marcial te ayude a eso".

"Ahora una camina y se siente más segura, sepamos o no bien la técnica, una se siente más segura".

Fabiana Novoa"

"No hay que ver el arte marcial como una forma de agredir a la gente, sino como una forma de defenderse"

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