Sólo la Nasa le hace collera a la supercomputadora de la UdeC
No es primera vez que la región del Biobío cuenta con un súper equipo de gran envergadura. En 1973, el director de informática de Huachipato en aquel entonces trajo a Chile la IBM 1401, primera supercomputadora.
La supercomputadora con mayor memoria compartida de Latinoamérica se encuentra en Concepción. Sólo instalarla físicamente llevó tres días, mientras que su configuración y puesta en marcha tomó 10. El equipo se encuentra en el Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción, y fue instalado a principios de junio.
La supercomputadora lleva el nombre de "Kultrún", pues, según la cosmovisión Mapuche, el instrumento, además de poseer una figura semicircular, representa al Universo. Su obtención significó una inversión superior a los $220 millones y fue financiado gracias a recursos Conicyt y Fondecyt.
Funciones
El profesor de Astronomía con especialización en Astroquímica, Stefano Bovino, luego de trabajar en Alemania por cinco años, se vino a Chile, precisamente, a la U. de Concepción, para ejercer como docente en el departamento de Astronomía.
Bovino, de 36 años, explicó que el súper equipo es, en el buen sentido, uno muy especial. "Tiene cuatro partes, la más importante es la memoria compartida, la que lo hace un equipo muy particular, lo hace ser uno muy raro", relató.
El "Kultrún", añadió el profesor, tiene la finalidad de realizar "simulaciones utilizando la supercomputadora para estudiar cómo las estrellas se forman. La idea es que los modelos que utilizamos nos permitan estar más cerca de la realidad. Podemos comparar los datos teóricos con los reales".
En toda Latinoamérica no existe otro objeto con tales características, siendo una de sus principales la magnitud de su memoria: tres terabytes. En tanto, un equipo de la agencia espacial estadounidense, Nasa (también de memoria compartida), posee cuatro.
No fue la primera
En cuanto a súper equipos de gran envergadura, existe un precedente que permite afirmar que la Región del Biobío ha sido pionera en la utilización de estas tecnologías.
Aquello se debe a que en 1973, el director de informática de Huachipato de aquel entonces, Waldo Muñoz, trajo a la usina el IBM 1401. Su hija, Cecilia Muñoz, contó a La Estrella que dicha adquisición tuvo la finalidad de "darle mayor velocidad al proceso de remuneraciones en Huachipato, donde tardaban alrededor de ocho días en procesar la información para el pago de remuneraciones, y con la computadora se logró acelerar a una hora y 50 minutos".
Para mayo de 1973, fecha en la que la primera supercomputadora ingresó al país, Cecilia, hija del director de informática, contaba apenas con seis años. Del ordenador ya no se acuerda, pues confesó que su memoria es frágil.
"¡Qué me voy a acordar! Tenía seis años y además tengo pésima memoria. Tengo flashes pero no recuerdo exactamente qué ocurría", agregó Cecilia Muñoz, hoy miembro del directorio de Crecic S.A, empresa en la que su padre Waldo fue el primer gerente. "Hoy mi padre ya está retirado", explicó.
La IBM 1401 pesaba cuatro toneladas y costó, en su momento, US$350.000. Cecilia Muñoz no recuerda en qué fecha se le dio de baja, aunque cree que tuvo que haber sido a comienzos de los noventa. "Con el ingreso de las computadoras más pequeñas tuvo que haber dejado de ser utilizada".
Diferencias
Según relató Cecilia Muñoz, el procesador de cuatro toneladas, además de estar destinada a acelerar el proceso de remuneraciones, contaba con otras posibilidades. "Según lo que cuenta la historia, se podía jugar hasta al gato. Se podía escuchar música y se podía procesar la información", mencionó.
Pero con el avance tecnológico, los alcances que hoy tendría la supercomputadora de 1973 serían mínimos, si se compara con las posibilidades que tienen las actuales.
"La envergadura del equipo era enorme, sin embargo, la capacidad de procesamiento de datos comparado a lo que hoy podemos hacer a través de un celular, no hay comparación", dijo.
El súper equipo con el que cuenta la UdeC, en tanto, si bien tiene fines estrictamente científicos, posee una capacidad inmensamente superior.
En cuanto a las bondades que proveen las especificaciones del equipo del Departamento de Astronomía, el profesor Stefano Bovino dijo, a modo de ejemplo, que "nuestros computadores de uso normal tienen dos gigas de memoria. La supercomputadora tiene 3 terabytes. Es, literalmente, miles de veces más poderoso".
El docente añadió que en el mundo existen computadoras con mayor memoria, aunque precisó que ella es, generalmente, de tipo distribuida. "Esas no son para ciencia e investigación como la de aquí. Por ejemplo, en Japón hay una supercomputadora que tiene 32 terabytes, pero es para fines meteorológicos".
Importancia
Si bien la supercomputadora que funcionó en Huachipato ya no opera, Cecilia Muñoz reconoce que la adquisición de dicho equipo fue un hito, no sólo para la empresa, sino que para la Región del Biobío y, por cierto que para Chile.
"El traer ese computador significó un montón de avances. Mi padre fue un vanguardista frente a sus colegas coetáneos, pues eso no existía en Chile", comentó Muñoz.
Para Stefano Bovino, en tanto, trabajar con la supercomputadora de memoria compartida más grande de Latinoamérica, es también importante. "Es una cosa increíble, porque cálculos que antes no se podían hacer, ahora sí se pueden. Es una oportunidad única", concluyó el experto.
"A nivel de toda América Latina es el único equipo de esta naturaleza"
Stefano Bovino,, profesor de Astronomía, Universidad de Concepción"
"Se podía jugar hasta el gato con ella. También se podía escuchar música"
Cecilia Muñoz,
miembro del directorio Crecic e hija de quien trajo el primer super equipo a Chile."