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Mineros conmemoran 50 años de trágica explosión

En junio de 1968 se produjo una inflamación de gas grisú que acabó con la vida de 13 mineros. Fue uno de los tres ocurridos en Schwager.
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José Manuel Castillo

El domingo recién pasado se cumplieron 50 años de la tragedia del Pique Arenas Blancas de Schwager, Coronel. Un accidente que dejó trece fallecidos y que quedó grabado en la historia de la industria carbonífera nacional.

Según lo publicado por Crónica, en su edición del 18 de junio de 1968, la jornada laboral del lunes 17 de junio había comenzado a las 6.30 horas, de forma normal, para los 30 mineros del primer turno que se desempeñaban en labores de extracción de mineral en la Galería Seis del mencionado pique.

De acuerdo a los relatos de los cuatro sobrevivientes, cerca de las 12.30 horas la treintena de trabajadores que estaban en ése lugar comenzaron a detener sus faenas con el propósito de descansar.

Carlos González Monsalves, uno de los cuatro sobrevivientes, durante la tarde del día 17 de junio señaló: "Estábamos comiendo pan, cuando sentimos, primero, un viento como huracán, y luego un ruido. ¡Explosión! Gritamos todos. Yo me lancé de cabeza a un rincón. Luego sentí que alguien caía encima de mí. Era uno de mis compañeros. También trataba de protegerse de una posible desgracia para nosotros".

"Ya más repuestos del susto caminamos al interior del pique para saber qué es lo que había pasado. Al primero que encontramos fue al compañero Luis Vásquez que estaba herido. Por sus quemaduras nos dimos cuenta que había sido el grisú. Le hicimos respiración artificial para ayudarlo un poco", agregó.

"Seguimos caminando y comenzamos a encontrar a nuestros compañeros muertos", finalizó.

Crónica señaló que Carlos González, cuando subió a la superficie, fue aferrado por su mujer y sus dos hijitas. Gritos medio de dolor y felicidad ahogaban a la mujer y a las niñas. Ella lo abrazó fuertemente. Las niñas más pequeñas lo tomaron de las piernas.

¡Estoy vivo!, ¡Estoy vivo!, fue lo único que atinó a decirles.

Distinta suerte habían corrido sus compañeros Pedro Vergara, Eleuterio Fuica, Juan Aguirre, José Alvial, Rigoberto Boisier, Raimundo Beltrán, Arcadio Contreras, José Rivas, René Riffo, Juan Campos y Julio Oliva.

Posterior al accidente comenzó el proceso de rescate de los heridos que fueron identificados como Abraham Godoy, Sergio Mora, Luis Salas, Ceferino González, Bernardo Sanhueza, Luis Vásquez y Manuel Espinoza, quien, a las 11.00 horas del día siguiente, fallecería mientras era atendido en el Hospital Regional de Concepción. Otro de los lesionados, Santiago Parra, también moriría 36 horas más tarde.

A partir de las 13.00 horas cientos de personas se comenzaron a reunir en la salida del Pique Arenas y una vez retirados los lesionados, otros tantos se agolparon en los accesos de los hospitales de Schwager y de Lota Alto.

Con respecto a las causas de la explosión, Pedro Courard, gerente de Operaciones de la Compañía Carbonífera Lota-Schwager, diría a Crónica que "se puede decir que bien pudo ser un disparo (dinamita). Estos disparos se hacen de modo que queden taconados hacia adentro para que no produzcan llamas hacia afuera. El gas lo teníamos controlado".

La más peligrosa

Cabe señalar que en 1944, Schwager había sufrido un accidente de similares características, con una cantidad hasta ahora indeterminada de fallecidos. Lamentablemente, cincuenta años más tarde, el 30 de septiembre de 1994, una nueva explosión de Gas Grisú terminó con la vida de 21 mineros. Ese hecho sería, entre otras cosas, una de las piedras que conformaría la lápida de la minería carbonífera en la zona de Coronel y Lota, en el año 1997.

"Para entender esta tragedia debe observarse desde la perspectiva geológica de Schwager", señala José Suazo, ex dirigente sindical de los mineros del carbón.

"Schwager era una mina que se encontraba a 999 metros bajo el nivel del mar y de ahí se extendía por galerías por las cuales pasaban carros, a través de los cuales, era transportado el personal a los frentes de arranque de carbón. Lo ocurrido en 1968 fue, efectivamente, una explosión de Gas Grisú en el Distrito Seis Sur. El Grisú pasa a ser explosivo cuando está sobre un tanto por ciento relevante. La falta de aire provoca la acumulación de gas y se transforma en explosivo cuando llega a cierto porcentaje", indica.

"De acuerdo a lo recopilado podemos decir que Schwager fue siempre una mina complicada. De hecho la más complicada al sur del Biobío e incluso una de las más difíciles de Latinoamérica. Schwager, además, tenía una condición especial, porque si bien sus mantos carboníferos eran extensos, 200 metros de longitud, la altura para explotar no era más allá de 70 centímetros. Por eso todo el proceso de extracción se realizaba de rodillas y con el torso encurvado. Eso hacía que la ventilación fuera menor a lo largo del frente. Las distancias por las cuales iba el aire no viciado eran bastante extensas, por lo tanto se mezclaba con aire viciado y esa situación se transformaba en explosiva", agrega Suazo.

Dolor de familias

"Mi marido era muy valiente. No le temía a nada y creo que jamás pasó por su mente que iría a morir allí", expresó en 1968 Berta Uribe (29), esposa de José Alvial (39). Acostada junto a uno de sus hijos, dijo que José había salido a las cinco de la mañana y que debía regresar a las 2.30. Fueron sus vecinas las que le hablaron de lo ocurrido.

Mirta Flores (22) esposa de Pedro Sánchez (35) poco después de las 22.30 horas recibía los restos de su marido con un humilde ramo de flores y tres velas que iluminaban mortecinamente la estrecha habitación de su casa. "Nos casamos hace cuatro años y tenemos tres hijos. Estoy esperando un cuarto que Pedro no alcanzará a conocer", dijo en esa oportunidad.

"Las cosas han ocurrido tan de repente que apenas he tenido tiempo de ponerme esta ropita negra. No sé verdaderamente lo que vendrá ahora. Sin él, ahora la vida me parece tan oscura", agregó.

Cerca de las 9.00 horas del martes 18 de junio de 1968, los cuerpos de los doce fallecidos fueron trasladados al Sindicato Minero de Coronel desde sus respectivas casas. Al día siguiente se realizaría el funeral en el Cementerio Municipal de Coronel. Al lugar llegó casi todo el pueblo e incluso se cerró el comercio en señal de duelo. El cortejo se inició cerca de las 16.30 horas y las urnas fueron transportadas en carros de bomberos. A su paso por las calles Los Carrera, José Manuel Balmaceda y Pedro Montt millares de personas demostraron su adhesión al dolor que afligía a los mineros de la carbonífera.

Posterior a la llegada de los cuerpos, entre las 17.00 y las 18.15 horas, se pronunciaron diversos discursos, entre ellos el del senador Salvador Allende, quien, dos años más tarde, se covertiría en Presidente de la República.

"Me recuerdo que él (Allende) ya era muy querido por acá", dijo Suazo.

Reparaciones

Con respecto a las reparaciones de las víctimas de las tragedias ocasionadas por explosiones de Gas Grisú, Suazo dijo que la más efectiva fue la posterior a la ocurrida en 1994. "En ése tiempo el país estaba con otra sensibilidad. El tema social era totalmente diferente, las reivindicaciones sociales eran totalmente distintas y los sindicatos eran mucho más fuertes. En 1994 se les entregó una pensión de accidentes de trabajo a las viudas, pensiones de gracia a los heridos y Becas Presidente de la República a los hijos de los mineros que murieron, muchos de los cuales hoy ya son profesionales. Situación muy distinta de la ocurrida en 1968", agregó Suazo.

"Todo el proceso de extracción de realizaba de rodillas y con el torso encurvado. Eso hacía que la ventilación fuera menor"

José Suazo, ex sindicalista minero."

"Nos casamos hace cuatro años y tenemos tres hijos. Estoy esperando un cuarto que Pedro no alcanzará a conocer".

Mirta Flores, esposa de minero fallecido en declaraciones a Crónica en 1968."