Radiografía a la jibia: "El loco del pueblo" que hoy es de oro
La jibia se convirtió en uno de los principales recursos de exportación en la pesca, lo que ha implicado un aumento en las toneladas desembarcadas. Se reconoce como un producto rentable y que sirve para el consumo humano.
La jibia o calamar rojo se ha convertido en el centro de la disputa entre los pescadores artesanales e industriales respecto a la forma de pescar el recurso.
Actualmente, en el Senado hay un proyecto de ley que consiste en limitar la captura de la jibia al método de potera de forma exclusiva, en desmedro de la red de media agua utilizada por la industria, lo que ha generado protestas de los trabajadores de las empresas.
Sin embargo ¿por qué este molusco de carne blanca tiene tanta importancia para los pescadores? ¿Usted ha comido alguna vez jibia?
Recurso rentable
En 2003 se autorizó a la jibia como un recurso para ser utilizado como materia prima en la producción de harina de pescado, lo que terminaría en 2012 tras una modificación en el Decreto 316.
Esto significó que el molusco se destinara casi en su totalidad al consumo humano, a excepción de las jibias en malas condiciones, las que pueden ser utilizadas para harina.
"Ha sido un regalo de Dios que llegara la jibia, pero se va mermando. Es el único recurso que queda en el que uno puede ganar más plata. En un viajecito se puede hacer 100 lucas, pero ¿cuánto nos va a durar?", señaló Víctor Bonilla, pescador artesanal del Puerto de San Vicente.
"La jibia es lo más sano que hay como todo lo que es pescado. ¿Usted conoce los locos? Son muy parecidos. Estamos recién aprendiendo a consumir la jibia. Antes se botaba", agregó.
María Cortés trabaja en el Terminal Pesquero de La Poza en Talcahuano vendiendo jibia. "Se compra, pero nunca de forma masiva. De repente viene algún cliente y le tengo sus kilos guardados".
Como consumidora del producto, señaló que "se puede hacer una entrada con cebollita, unas empanadas o también combinarla con queso y machas. Queda muy rico".
Cubrió a la merluza
El director zonal de Pesca en el Biobío, Óscar Henríquez, afirmó que "en el tema pesquero, la jibia vino a cubrir un nicho después de la crisis de la merluza. Las plantas de proceso de consumo humano en las industrias empezaron a trabajar. Hoy hay casi 2 mil embarcaciones en esta región y sobre 50 mil toneladas sólo en la parte artesanal, principalmente en los puertos de Talcahuano y Lebu".
"La jibia le está dando pega a las embarcaciones más chicas de la región, esa es su principal importancia", agregó Henríquez.
Por último, el director zonal señaló que "por supuesto que he comido jibia en las bentotecas de Talcahuano o en Lo Rojas en Coronel, ahí están las mejores jibias de la zona".
El seremi de Economía del Biobío, Mauricio Gutiérrez, reconoció que "no soy mucho de comer jibia, soy más de marisco tradicional como chorito, piure, erizos, pescado frito y merluza austral. A la jibia la llaman El loco del Pueblo, porque tiene textura similar".
Respecto a los beneficios económicos para el país, Gutiérrez señaló que "los mercados más atractivos son Corea, Japón y países del Asia Pacífico porque es una proteína de bajo costo para ellos. Acá en Chile no se consume mucho el producto del mar".
Por último, el seremi destacó que la jibia "democratizó el esfuerzo pesquero, porque lo pescan los boteros, los artesanales y los industriales. Todos tienen acceso para poder explotarla".
51,8 por ciento de la jibia capturada en el país en 2016 desembarcó en la región del Biobío.
2.082 embarcaciones de la región del Biobío están autorizadas para capturar jibia.
157 mil 600 toneladas es la cuota de los pescadores artesanales. Representa el 80% del total.
39 mil 400 toneladas es la cuota de los pescadores industriales. Representa el 20% del total.