La primera universidad de la zona estuvo en Penco y era gratuita
Se llamaba Universitas Pencopolitana Regia et Pontificias e impartía cuatro carreras: Derecho, Matemáticas, Artes y Teología. Tenía una biblioteca de lujo, pero un maremoto la destruyó. Estaba en un sitio, donde hoy hay un patio.
Los pencones se debieran sentir orgullosos de tener el justo honor de ser los primeros que tuvieron una universidad en su ciudad. Se trató de la Universidad Pencopolitana, fundada en 1724, 195 años antes de que se creara la Universidad de Concepción (1919).
Su historia parte así...
De acuerdo a lo señalado en el Libro de Oro de la Historia de Penco, en 1567 la sede del gobierno eclesiástico de todo el sur de Chile estaba ubicado en La Imperial (actual Carahue, 72 kilómetros al Sur de Tirúa). Justo por esos años, en Italia, se celebraba el Concilio de Trento, el cual ordenó construir un seminario junto a cada Catedral del reino español.
Es así como en 1568 se crea el seminario de La Imperial que impartía cursos de Filosofía, Artes y Teología. En 1598 un levantamiento araucano destruye la ciudadela y 30 años después la Catedral y su seminario se trasladan a Concepción, actual Penco.
En abril de 1657, el obispo de Concepción Dionisio de Cimbrón, le escribe una carta al Rey Felipe IV sobre la necesidad de convertir al seminario en una universidad. Elaboró un informe justificando el requerimiento, pero -según el historiador Carlos Oliver- este documento se pierde en Lima, lo cual atrasa por años la materialización del proyecto.
En 1718, el obispo Juan de Nicolalde refunda el seminario y lo pone en manos de los Jesuitas. Así adopta el nombre de "Seminario Convictorio San José" que se ubica frente a la actual Plaza de Armas pencona.
Real, católica y gratis
El Libro de Oro sostiene que, finalmente, en 1724, el Rey Felipe V autoriza transformar ese seminario en universidad, bajo el nombre de "Universitas Pencopolitana Regia et Pontificia". Regia et Pontifica significa Real y Pontificia, porque funcionaba con la autorización del Rey y del Papa.
"Su edificio era el más floreciente de la ciudad, construido en piedra, cal y ladrillo. La enseñanza era gratuita y las carreras que se impartían eran Artes, Teología, Matemáticas y Derecho", sostiene el texto de 340 páginas.
Lamentablemente, el 25 de mayo de 1751 un terremoto y tsunami provocaron la destrucción de la universidad y su valiosa biblioteca. Producto de la furia de las aguas, se perdió para siempre la más rica colección de textos del sur chileno.
Con el traslado de la ciudad a su actual ubicación en el Valle de la Mocha en 1765, la universidad también se marcha de mano de los Jesuitas. Sin embargo tendría un definitivo y lamentable final.
La noche del 26 de agosto de 1767, se hace efectiva la expulsión de los Jesuitas, decretada por el rey Carlos III. De este modo concluye la primera experiencia de educación superior en nuestra zona.
Labor de jesuitas
"Los Jesuitas se preocupaban mucho de la investigación y de la recopilación de textos. La biblioteca ocupaba un lugar muy importante dentro de la orden", señala Gonzalo Bustos, director del Museo de Penco.
"Nosotros hoy sabemos que existió esa universidad y donde estuvo ubicada gracias a los planos de Amadeo Frezier, quien, en 1612, hizo el plano de la Villa de la Concepción en Penco. Ese plano guarda las mismas características del que hoy tiene la ciudad y mostraba en donde estaban todas las órdenes religiosas", agrega Bustos.
El encargado sostiene que el hecho de que se instale una universidad en la antigua Concepción ponía énfasis en la importancia que el Reino le daba a la ciudad. "Era la frontera que había entre la Corona y el Mundo Mapuche, aquí estábamos, prácticamente, en la línea de fuego entre estas dos avanzadas, que era la española y la Mapuche", sostiene.
"Las universidades en esos años eran muy escasas y el instalar una aquí era dotarla de un poder más de la Corona. Cabe recordar que aquí vivía el Gobernador de Chile, estuvo la Real Audiencia y el Palacio del Gobernador (que vendría a ser La Moneda)", recalca.
"Esta ciudad era una plataforma fundamental del Reino. En lo educacional estaba muy adelantada a la época a pesar de que en Europa era muy normal, pero acá, al otro lado del mundo, en el último rincón, era muy raro que existiera una universidad de este tipo", finaliza.