Alejandro Torres Caamaño
Julio Becerra (67) no podía dormir por las noches. Sometido a un profundo estrés, cuenta que comenzaron a brotarle herpes de su espalda. "Me llamaban todos los días del banco. La pasé muy mal. Las deudas me tenían así", relató quien trabajó desde los 17 años de edad en Huachipato. Tenía 60 cuando por necesidades de la empresa, fue despedido.
Así como Julio, en Concepción, son casi 70 mil las personas que se encuentran hoy en estado de morosidad por deudas. Esto fue revelado por el 20° Informe de Morosidad, elaborado por la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián con información de la empresa Equifax y datos de georreferenciación proporcionados por Mapcity.
La Región del Biobío (nº 11 en cuanto a regiones con mayor morosidad a nivel país) registra actualmente a 520 mil morosos. A Concepción le siguen Los Ángeles (57.000), Chillán (53.000) y Talcahuano (53.000).
La Región registra una mora promedio de $1.341.077, cifra superior en un 7% a la registrada en el año pasado.
Para Francisco Labbé, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, la morosidad está "creciendo, porque todavía tenemos el remanente de la situación en que el país no crecía, y por otro debido a la crisis minera y la baja en el precio del cobre".
Créditos y retail
Según cifras proporcionadas por dicho informe, el 44% de los morosos en la Región del Biobío se encuentra en el retail y un 25% en la banca, principalmente en créditos hipotecarios.
Ahora bien, en cuanto a los montos de las deudas, la banca representa el 57% de lo adeudado en la Región, mientras que el retail el 25%.
Julio Becerra forma parte de quienes adeudan un determinado monto con la banca. Él, tras finalizar su contrato con Huachipato a las 60 años de edad, no jubiló de inmediato, por lo que tuvo que valerse de su finiquito. "En ese sentido no tengo nada que decir de la empresa. Nos pagaron lo que correspondía", dijo.
Pero luego del despido, cuenta Becerra, comenzaron a "llegarnos demasiadas ofertas por créditos de consumo. Pienso que los bancos se consiguieron los datos que en Huachipato fueron finiquitados un montón de trabajadores", adicionó.
Finalmente, Julio Becerra cedió y aceptó créditos de consumo, lo que le significó llegar a adeudar casi $12.000.000. "Empecé a ocupar mi finiquito para saldar la deuda y la plata se me empezó a acabar. Aún no me jubilaba y no sabía qué hacer, porque no contaba con remuneración", expresó.
Explicó que la motivación a adquirir distintos créditos se debió a que junto a su cuñado cuentan con una propiedad en Quillón. "Tenemos un terreno y queríamos irnos a vivir allá. Empezamos a comprar cosas y a hacer arreglos para mejorar las condiciones del lugar", aclaró.
Becerra llegó a contar con hasta 7 documentos impagos. Sobre la cantidad de documentos sin saldar, el 51,52% de los montos de deuda morosa en la Región se encuentra en el segmento de quienes tienen 10 o más cuotas impagas, lo que supone mayores dificultades para ponerse al día.
Posible solución
Para el abogado Ricardo Ibáñez, fundador de www.defensadeudores.cl, existe una solución ante situaciones como la vivida por Becerra.
"La gente desconoce que puede declararse en quiebra. Creemos que hay un problema de difusión de la ley (de Insolvencia y Reemprendimiento), porque lo único que exige es que nos encontremos en estado de insolvencia, es decir, que nuestros ingresos sean menores a la deuda que tenemos", explicó Ibáñez a La Estrella.
Para el abogado, la ley permite una salida efectiva y legal para ponerle fin a las deudas. Aquel fue el camino que finalmente tomó Julio Becerra.
"Me declaré en quiebra y los abogados enviaron, al parecer, un escrito a cada acreedor. Allí terminaron los llamados, el estrés y las noches sin dormir", comentó. Agregó que actualmente espera la resolución del juzgado.
"En el mejor de los casos puedo quedar sin deuda. Espero noticias muy pronto, aunque estoy más optimista".