Un eventual escape de este combustible puede provocar variados daños, tanto materiales, como graves problemas a la salud, debido al riesgo de incendio, explosión, inhalación, asfixia, pérdida de conciencia y hasta la muerte. Es por ello, que nuestra normativa considera que el personal que instala una red de gas debe ser calificado y autorizado por la Superintendencia de Seguridad y Combustible (SEC), según lo indicado en la resolución exenta N° 1290 y el Decreto Supremo N° 191.

No obstante, uno puede considerar ciertas recomendaciones para evitar consecuencias lamentables: no permitir que los niños jueguen con artefactos a gas y sus válvulas; verificar que los artefactos a gas estén apagados y las válvulas de paso estén cerradas para evitar escape; que solo personal autorizado por el SEC revise las instalaciones interiores de gas periódicamente, para contar con sello verde; si hay olor a gas cerrar las válvulas y no accionar interruptores ni artefactos eléctricos de ningún tipo, tampoco teléfono celular, asimismo, ventilar el lugar abriendo puertas y ventanas y si se precisa de alumbrado en una zona en que se presuma una posible fuga de gas, emplear una linterna de seguridad intrínseca. Además, en caso de remodelar el hogar solicitar la suspensión del servicio de gas, para evitar posibles incidentes. Por último, siempre es importante tener identificadas las líneas de gas en todo edificio, vivienda o zonas a edificar.

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