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Penquistas cuentan cómo se vive la Boda Real en Londres

El matrimonio del príncipe Harry y la actriz Meghan Markle entusiasma a los británicos, pero coterráneos que viven en Reino Unido aseguran que no es algo tan masivo como parece desde lejos.
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Alfonso Levet G.

A las 9.00 de la mañana de Londres (4.00 de la madrugada en Chile) comenzaron las actividades oficiales, con motivo de la Boda Real británica entre el príncipe Harry de Gales y la actriz estadounidense Meghan Markle.

Pero los más acérrimos fanáticos de la realeza llevan varios días preparándose para, aunque sea, ver pasar el carruaje que, tirado por cuatro caballos grises como dicta la tradición, lleve a los recién casados a un recorrido entre la capilla de San Jorge y el salón del mismo nombre, donde la Reina Isabel ofrecerá un almuerzo, todo en el castillo de Windsor.

"coronelino in uk"

"La verdad es que no estoy tan informado de la realeza, ni de la boda", reconoce Ariel Rojas, quien vive hace más de 15 años en Londres.

El coronelino es gerente de una empresa de envío de dinero que ofrece servicios financieros para Asia, "especialmente hacia y desde China, Japón y Taiwán.

Cuando Ariel llegó, lo hizo para estudiar en la capital inglesa, pero de a poco se fue interesando en otras cosas y finalmente se quedó viviendo en la isla.

Explica que, como en todos lados, hay gente mucho más interesada que otra respecto de los temas de la realeza, pero para una ocasión como esta, sí se nota que hay un ambiente especial.

"Lo que sí me he dado cuenta es que hay muchas tiendas de souvenirs que están llenas de tazones, platos y recuerdos de la boda real, eso sí que se ve harto, hay muchos productos".

Rojas, que visitó Coronel hace dos años, cuenta que trabaja en el Soho, uno de los barrios más onderos y visitados de la capital británica.

"El centro siempre está lleno de gente, así que no sabría decir si tiene que ver con la boda real o no, porque si hay buen tiempo anda mucha gente y si está medio nublado, baja un poco la afluencia. Varía más bien por eso en realidad", relata.

Acerca de la efervescencia de los británicos con la boda real, Ariel asegura que "es más o menos igual que cuando se casó el príncipe William (con Kate Middleton), acá no se trata tanto el tema como podría pensarse. Sí hay una sección de la realeza en los medios, pero no es tanta cobertura como en España, por ejemplo, o como en Chile".

Incluso, confiesa, "a veces leo más detalles acerca de la realeza brtánica en los diarios chilenos que en los de acá".

Lo que en realidad tiene más ocupado a Ariel es la planificación del 18 de septiembre con la colonia chilena, que se reúne en la "Casa Chilena", y con quienes ya está pensando cómo celebrarán las fiestas patrias este año.

"En la comunidad chilena hay de todo, gente que trabaja en oficios y también muchos profesionales", asegura, y dos de los invitados este año serán jugadores de la selección de fútbol.

"Contactamos a Alexis Sánchez, y va a ver si nos puede visitar. No tenemos fecha pero sí la disposición, porque nos va a donar una camiseta. Algo parecido dijo Claudio Bravo. Ojalá resulte", cuenta el coronelino, notablemente más emocionado que con la boda de la realeza.

El paso del carruaje

Pero así como ocurre con los grandes conciertos, los más acérrimos fanáticos de la realeza llevan varios días preparándose para, aunque sea, ver pasar el carruaje de los novios.

Era la intención que tenía Luz Luccardi, que vive hace 24 años en el área norte de Londres y en su oportunidad asistió al funeral de la princesa Diana de Gales, y el matrimonio del príncipe Harry.

"Este año había pensado ir, pero coincide con la fecha en que falleció uno de mis hijos y estoy planificando un encuentro familiar, así que va a ser imposible", confidencia.

Esta compatriota vive junto a 140 parientes repartidos en Reino Unido, así que afirma que son la colonia más grande de chilenos. "Con mi familia vivimos bastante cerca de donde va a ser la ceremonia, a unos 40 minutos", detalla.

"Llegan dos trenes y también hay autobuses, así que es más o menos fácil llegar. En Londres quizás no hay tanto entusiasmo como con William, pero en Windsor, que es un pueblito bastante pequeño, sí se notan bastante los adornos y la venta de souvenirs".

Luly confiesa que, además, en esta oportunidad la comunidad latina no se ha entusiasmado tanto con el tema, "los ingleses sí, pero es principalmente la gente mayor, que siempre ha seguido las historias de la realeza".

Aún así, afirma, el ambiente es contagioso y en los alrededores del palacio la fiesta se vive hace varios días, algo que también se replicó en los colegios, "tengo dos sobrinas a las que le pidieron asistir el día previo a la ceremonia con un vestido como de fiesta, a los niños les pedían ir con sombrero. Es la forma en que los ingleses celebran este hecho, es como un acto oficial en las escuelas".

Disconformes

Otro que vive en Inglaterra es Luciano Montoya, que vive en Cambridge, 190 kilómetros al noroeste de la capital inglesa.

"A mí me parece que a los británicos les gusta mucho el tema de la boda real en sí, pero no les gusta tanto la novia, están como enojados con eso", relata el técnico informático, que llegó hace 5 meses a vivir a Inglaterra junto a su padre, proveniente de Hualpén.

Montoya, que también trabaja como barista y es youtuber, cuenta que "por toda la ciudad hay carteles recordando la fecha de la boda, con la foto de los novios".

Una de las discusiones que sostienen los británicos, según el hualpenino, es que "ella no es de la realeza, y eso como que los enoja un poco, incluso en las conversaciones informales, la gente no la trata bien a ella".

Según Luciano, el asunto es diferente en Londres y en las cercanías del Palacio de Windsor, donde todo está dispuesto para que, al menos durante el paseo de los recién casados, tanto ingleses como turistas puedan tener una visión clara y cercana de los príncipes.

"En Londres hay grupos de gente muy fanáticos de la realeza. Usan ropa con los colores del Reino Unido o con los rostros de los novios, pero la verdad es que no es tan bien visto", cuenta, mientras que en Birmingham ha visto algunos recuerdos, pero no tanto interés.

"A mí en lo personal no me interesan mucho este tipo de eventos. A mí papá tampoco, pensamos que es una pérdida de tiempo, pero a la esposa de mi papá, que es húngara, sí le interesa ver la boda, y saber qué vestidos se usan en la fiesta y esas cosas", relata el hualpenino.

"No se habla tanto del tema (...) a veces leo más detalles acerca de la realeza británica en los diarios chilenos que en los de acá".

Ariel Rojas,, coronelino en Londres"

"A los británicos les gusta mucho el tema de la Boda Real en sí, pero no les gusta tanto la novia, están como enojados con eso".

Luciano Montoya,, hualpenino"

600 invitados estarán presentes en la ceremonia religiosa, en la capilla de San Jorge.

35 kilómetros separan al castillo de Windsor, donde será la boda, del centro de Londres.