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"Carampangue" Zambrano y el periplo que lo llevó hasta EE.UU.

El recordado artillero cuenta sus inicios en Huachipato, la campaña goleadora que lo llevó a la selección y cómo se frustró su traspaso a Europa. Ya retirado de las canchas, Zambrano entrena a chilenos residentes en Portland.
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Alfonso Levet G.

La escena parecía repetirse semana tras semana en los compactos televisivos del fútbol chileno durante los 80 y 90: centro, cabezazo y el apodo de un tipo que, a punta de goles se hizo un nombre en el balompié nacional. Se trata de Luis "Carampangue" Zambrano, quien luego del retiro se avecindó en Estados Unidos, desde donde recuerda el camino que lo llevó a tener un sitial entre los goleadores, prácticamente hasta su retiro.

"Jugando en equipos chicos uno tenía una o dos posibilidades y había que echarla adentro sí o sí, así que yo trabajaba aparte la definición y el cabezazo", cuenta el goleador.

"Pese a que no era tan alto (1,72 metros), el cabezazo derecho no me lo ganaba nadie", recuerda.

A puro ñeque

Aunque en sus inicios dudó si estudiar o jugar fútbol, asegura que el apoyo de su mamá y su amigo Jaime Aravena fueron decisivos: "Jugábamos en el fútbol amateur en Carampangue, y Jaime me animó a ir a probarme a algún club de Concepción".

Entre todos, el joven Luis Zambrano eligió Huachipato, así que viajaba diariamente desde Carampangue a estudiar a Lota, y de ahí se iba a entrenar.

Rememora que por esos días "salía a las 6.00 de la mañana de mi casa, colgado de una micro, y volvía en la noche".

Siendo juvenil, Zambrano ya alternaba con el primer equipo y se daba cuenta que rendía bien, "entonces sabía que tenía que esforzarme para llegar a jugar con los profesionales". "Entrenaba en doble jornada aunque a veces andaba sólo con el desayuno, como era joven aguantaba", cuenta a modo de anécdota.

Tras casi seis meses sobrellevando esa rutina, el entrenador Germán Cornejo, lo encontró dormido sobre una camilla en el estadio Las Higueras.

"Me preguntó de dónde era y le conté que era de Arauco. Él pidió que me ubicaran en una pensión y también me buscaron liceo cerca del estadio para poder seguir estudiando", relata agradecido.

"Carampangue" dice que sus años en el profesionalismo "fueron una bonita época", y, aunque no tiene nada que reprocharse, cree que pudo haber llegado más lejos si hubiera tenido la vitrina que tienen los cuadros capitalinos.

sus mejores años

"Hice la etapa formativa en Huachipato y de ahí me fui a jugar a Victoria, donde marqué la diferencia haciendo muchos goles, pero como no había televisión, ni tenía prensa, no se supo mucho", reflexiona. "Fue mi mejor año", dice.

La cosecha goleadora le permitió ser llamado a la selección chilena para ir a Singapur el '84, además de algunos países de Europa.

"Esa nominación me sirvió para tenar roce internacional. Compartí con Ivo Basay, Patricio Toledo y Jaime Pizarro, entre varios otros que se afianzaron en la selección. Fue una experiencia bonita, anduvimos en Italia y Francia y después, en 1986, Luis Ibarra me llamó a una preselección para los juegos Odesur".

Después de girar por Singapur con la selección, "Carampangue" Zambrano tuvo una oportunidad para irse a jugar al extranjero. "Tenía una oferta del Saint Gallen, de Suiza, pero Victoria, que tenía mi pase, no quiso".

Asegura que quisieron retenerlo y pusieron un precio imposible. "Ivo Basay, que ese año fue el mejor, tenía un pase de 800 lucas, el mío lo pusieron en un millón y medio, así que no resultó. Años después, los suizos se llevaron a Iván Zamorano a jugar allá", recuerda.

vida en estados unidos

Tras el retiro, Luis Zambrano partió a Estados Unidos a probar suerte. Tras 14 años allá, "Carampangue" formó una familia junto a Rosa, una norteamericana de raíces latinas a quien conoció mientras jugaba fútbol.

"Pasa que acá el fútbol recreativo es mixto, entonces ella llegó un día y se sumó para jugar. Con el tiempo creció la relación y finalmente ella me pidió matrimonio", confiesa entre risas. Tres hijos (Matías, Tomás y Gabriel) completan el clan.

Desde hace un tiempo trabaja en una empresa especializada en techumbres junto a un chileno, pero lo que más lo llena es seguir ligado al deporte, aunque ahora ya no de corto, sino como entrenador.

"Hice el curso de técnico con un jugador inglés retirado que vino a Portland. Yo le conté que había sido profesional, así que me agarró de ayudante y anduve super bien", asegura Zambrano, quien ahora entrena a un equipo universitario y a otro conformado por chilenos residentes.

Entusiasmado por compartir con otros chilenos, relata que "hace poco vino un equipo de chilenos de Seattle y ahora estamos pensando armar un torneo cuadrangular o hexagonal con chilenos de otras ciudades. Se arma algo bonito, ojalá resulte".

Eso sí, hace unos años que ya no juega, porque se cortó un ligamento de la rodilla. Ahora es su hijo mayor el que vibra con el balón.

el retorno

Después de mucho tiempo, Zambrano visitó Arauco el año pasado, y cuenta que encontró bastantes avances.

"Chile está muy avanzado en algunos aspectos y eso es bonito, las rutas por ejemplo; pero por otro lado, a mí me gusta la caza y pesca, y me dio mucha pena, porque los ríos están muy contaminados, antes no se veía eso", se lamenta el ex jugador, que espera volver a sus tierras el próximo año.

"Quiero volver a ver a amigos como Hardy Pérez, Leonel Pedreros y el polaco Villarroel; a Riveros, que fue PF del Vial".

Asegura que no sabe cuántos goles marcó en el profesionalismo, pero cree que fueron más de 100.

"De los equipos, me identifico con Huachipato, porque fue el que elegí para probarme, pero les mando un saludo a todos por allá", finaliza.

"Justo Muñoz, compañero en el Huachi me puso "Carampangue" y para la prensa quedé así".

Luis Zambrano,, ex jugador de fútbol"

14 años lleva en Estados Unidos "Carampangue" Zambrano. El año pasado visitó Chile.