Jerónimo Rosas V.
Caen las hojas y junto a ellas nacen los frutos y alimentos más nobles de nuestro territorio. En todas las zonas hay algo por descubrir. Seguro que en estos días van caminando por las calles de la ciudad, inclusive en las ferias públicas, y se encuentran frente a frente, sin darse cuenta con uno de los postres sureños por excelencia el famoso "membrillos con murta". Siempre a su lado están los piñones, changles, loyo, rebellones o también conocido como" hongo delicioso" que crecen junto a la callampa de pino al caer las primeras lluvias. Esto sin olvidar las castañas que invaden Chiguayante y por la que los citadinos se aglomeran para recogerlas pensando en disfrutarlas solo cocidas, sacando su interior con una cucharita para conectamos con tardes de lluvia junto a la estufa a leña.
Hay infinidad de posibilidades de cocinar cosas ricas por estos días en casa, unas empanadas de changles con queso, un estofado de cordero o pollo con piñones, los buenos loyos a la parrilla o a la sartén con mantequilla son solo una pequeña muestra. Por nada del mundo olvidemos guardar una mermelada de murta (conocida también como murtilla o mutilla), rosa mosqueta y otra de membrillo.
Esta temporada destacamos a los recolectores dedicados por años y formados con la herencia de tradiciones familiares ancestrales, donde partían los senderos por las hierbas del bosque nativo hasta los roqueríos costeros donde ejercían tan noble y arriesgada ocupación. Logrando inclusive trascender al luche y cochayuyo para que fuese considerado parte de la dieta cotidiana de los hogares y hoy parte de nuestro patrimonio cultural alimentario.