UdeC agiganta su historia de triunfos al hilo y hunde a la U
Auricielos remontaron el marcador y sumaron su séptima victoria en fila. Algo inédido en el club.
Una tarde de contrastes se vivió ayer en el Estadio Nacional, con una Universidad de Chile en picada y que lamentó su tercera derrota al hilo en el torneo local, y una UdeConce que sigue haciendo historia, celebrando la inédita marca de siete triunfos de forma consecutiva y dándole otro golpe a los azules en su propia casa.
A los fatales doce días de la "U" tras perder el clásico ante Colo Colo (1-3), la caída ante La Calera (1-6) y el humillante 0-7 ante Cruzeiro por Copa Libertadores, sumado al despido del técnico Ángel Guillermo Hoyos, ahora se sumó la derrota por 1-2 ante un crecido Campanil.
Todo parecía comenzar bien para el cuadro que dirigió César Henríquez (el otro técnico interino, Esteban Valencia no pudo estar en la banca por no tener el título de entrenador disponible) cuando, tras un apretado primer tiempo, Nicolás Guerra (50') anotó el primero de la tarde.
Fueron los mejores momentos de una Universidad de Chile que necesitaba urgentemente el triunfo para lavar heridas.
Sin embargo, apareció esa UdeConce de los seis triunfos al hilo. Primero Luis Riveros, quien a los 59', con potente disparo al ángulo, anotó la paridad para los dirigidos de Francisco Bozán. Tres minutos más tarde, la figura de la tarde, Jean Meneses, "Takeshi", convirtió el 2-1 definitivo con complicidad del portero azul Johnny Herrera.
Aunque la "U" intentó ante una UdeC que quedó con nueve jugadores tras las expulsiones de Guillermo Pacheco, por doble amarilla, y de Luis Riveros, quien recibió la roja directa por un codazo contra el defensa Alejandro Contreras, no pudo encontrar el juego ni la claridad para conseguir, al menos, el empate, mientras que el Campanil supo aferrarse a la victoria en los minutos finales.
Remar desde atrás
"Cuando sabes remar contra adversidad, los muchachos supieron revertir la situación y eso demuestra que hemos aprendido", dijo Bozán tras el partido, apuntando que todos los aplausos se los deben llevar sus dirigidos, por la entrega y por no decaer cuando reciben un golpe, como fue el 1-0 transitorio.
"Me suenan injustas las felicitaciones hacia mí, porque los de adentro como respondieron, con un jugador menos, luego con dos menos, de visita, y en un escenario que cada vez se fue poniendo más complejo", añadió el sicólogo y quien ahora ostenta la cifra récord de la UdeC de sumar siete victorias al hilo en un torneo nacional.