Son tres amigos argentinos los que a bordo de una "burrita" han recorrido Bolivia, Perú y otros países de Sudamérica en la travesía que se espera dure unos 20 días de viaje hasta poder llegar a su país natal.

La historia se remonta a unos 50 años atrás cuando los viajeros Mario Nogueira y Raúl Rivara, se conocieron en un pequeño pueblito del centro de Argentina, y quienes prometieron en su vejez dedicarse a conocer el mundo.

Luego de un par de décadas hicieron amistad con Mario Cicociopo quien resultó "la pieza" que le hacía falta al grupo para animarse a comprar un auto Ford modelo A del año 1930, muy conocido como "la burrita" y la que se convertiría en la protagonista de sus aventuras.

"Nuestro primer viaje lo hicimos hasta Viña del Mar, el segundo de ellos fue hasta Uruguay que lo logramos cruzar en un buque bus por el agua; mientras que este tercero, que ha sido el más largo de todos, llegamos al lago Titicaca en Perú y ya vamos de regreso a Argentina", dijo Cicociopo.

Unos 11 días llevan recorriendo estos países, aunque probablemente les espere uno 10 días más hasta lograr encontrarse nuevamente con sus seres queridos en su país natal, cantidad de días que no logran ser certeros ya que buscarán entre los nuevos caminos el que sea de menor desgaste mecánico para "la burrita". "Vamos de regreso pero estamos esquivando las grandes subidas porque le dan trabajo al auto y no podemos olvidar que son muchos días los que llevamos rodando en él", dijo.

Relajados

Para Cicociopo, el viajar a unos 60 kilómetros por hora a través de varios países junto a sus amigos le resultó una experiencia única e inigualable, aunque no aspira volver a aventurarse por otro largo viaje. "Los días pasan y apenas estamos en Arica, pero ya quiero llegar a la casa y volver a mis actividades diarias".

Raúl Rivara, por el contrario, sí se mostró positivo ante la posibilidad de emprender otro viaje por el mundo y consideró que su edad no era limitante para ello. "Viajar a 60 kilómetros por hora nos da mucho tiempo para dialogar y andar relajados, es como si estuviéramos en el living de nuestra casa".

Lo que no pudo pasar desapercibido por donde fueran, fue el impecable diseño de la Ford, que además lleva en sus asientos muchas huellas y experiencias que ni su propio dueño puede conocer.

"Yo compré el auto hace cinco años en Argentina y con mis amigos lo empezamos a restaurar para que pudiéramos hacer los viajes en él. En aquel entonces lo adquirí en seis mil dólares y le invertí unos cinco mil más, pero la verdad es que no me arrepiento porque es todo una belleza. Si cobrara 10 pesos por cada foto y por cada persona que voltea a ver el auto, en realidad estaríamos millonarios", comentó Rivara, acompañando sus palabras con una gran risa de satisfacción.

EXPERIENCIA

Para Mario Cicociopo de 60 años, Raúl Rivara de 70 y Mario Nogueira de 73 años de edad, los gastos comunes que han tenido que hacer para poder recorrer el mundo en "la burrita" les ha resultado casi insignificante en comparación a la gran experiencia de vida que han tenido y con las que hoy aseguran sentirse realizados por considerar que lograron conquistar uno de sus sueños más anhelados.

"Viajar a 60 kilómetros por hora nos da mucho tiempo para dialogar y andar relajados, es como si estuviéramos en el living de nuestra casa"

Raúl Rivara"