La historia de los altares y podios hechos de pino
Instalaciones de una empresa ubicada en Coronel y modernos talleres de la UBB tuvieron roles importantes en esta tarea.
Tres meses de intenso trabajo, en los cuales se utilizaron cerca de 300 metros cúbicos de madera de pino radiata, demandó la tarea de fabricar sitiales, altares y podios que serían utilizados por el Papa Francisco en su visita a Chile, en enero pasado. De ese total, cerca de un 75% se destinó al altar levantado en el Parque O'Higgins de Santiago para la "Misa por la paz y la justicia" oficiada por el pontífice.
La empresa Crulamm, liderada por Jorge Calderón, tuvo a su cargo la tarea de darle forma a la materia prima proveniente de plantaciones de pino radiata de la zona centro sur del país. Y es que el material escogido para fabricar todos esos muebles no era un detalle. Debía ser noble, pero imponente y cálido a la vez, mientras que la estructura debía ser única y además representativa del país.
Para lograr la armonía que buscaban, la firma optó por un novedoso sistema constructivo que lleva un tiempo dando qué hablar en el mundo maderero: el CLT o madera contralaminada. "Este es un producto en base a maderas renovables de bosques certificados, por ello se le considera materia prima noble y con un mínimo impacto para el medio ambiente", asegura desde Italia el especialista.
La alta especialización que se necesitaba para este trabajo en particular requirió de refuerzos. "Lo fabricamos en Crulamm y las instalaciones de Forestal Tricahue para que fuera procesado de una madera muy cuidadosa, a fin de que al cortar los paneles no apareciera ningún defecto", comentó Calderón.
El CLT para el altar, de 1,2 metros de ancho y 4 de largo, junto con el de las credencias (mesas auxiliares) fue cortado en las instalaciones de Forestal Tricahue, una empresa dedicada al servicio de elaboración y comercialización de madera con sede en Coronel, "porque no había máquinas en la industria del mueble para poder procesar obras tan grandes", explicó.
"Al saber en qué acto se usarían estos muebles, todas las personas que participaron se autoexigieron al máximo y eso que algunos ni siquiera se declaran católicos y había hasta de otras religiones", destacó.
Trabajo de precisión
Para las sillas, que fueron 13 (una para el Papa, dos para obispos y 10 para con-celebrantes) se necesitaba mayor precisión. Para ello, Calderón recurrió a uno de los pocos lugares en la región del Biobío donde cuentan con la capacidad humana y maquinarias para realizar un trabajo de las características que se requerían.
"Decidimos realizar la programación y corte con una máquina de control numérico del taller de prototipos de la Universidad del Bío-Bío, que nos colaboró para que pudiéramos llevar a cabo esta fase", contó.
Una semana tardó el trabajo, cuenta el director del Departamento de Arte y Tecnología del Diseño de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Universidad del Bío-Bío, Gabriel Hernández. "Tenemos dos encargados del Laboratorio de Prototipos, altamente calificados, ya que realizan instrucción a los alumnos y también prestan servicio a terceros cuando éstos lo requieren", detalló.
Para la confección de los sitiales se emplearon corte láser para hacer grabados y router de cortes. "Dimensionamos e hicimos los ensambles para que los muebles pudieran armarse sin ningún problema y fueran precisos en todas sus uniones", explica Hernández.
En ese mismo taller se realizó el acabado de las terminaciones del altar con un producto en base a ceras y también tuvimos la colaboración de Idea Madera, una empresa de muebles de Chillán que "nos envió a sus mejores barnizadores, a fin de que estos paneles tuvieran la textura, terminación y grado de acabado de un mueble de alto valor", destaca Calderón.
"Dimensionamos e hicimos los ensambles para que los muebles pudieran armarse sin ningún problema"
Gabriel Hernández,, Universidad del Bío-Bío"
"Al saber en qué acto se usarían estos muebles, todas las personas que participaron se autoexigieron al máximo"
Jorge Calderón,, Crulamm"
300 metros cúbicos de pino radiata se utilizaron para confeccionar los muebles papales.