María Tapia Mavares
Josaphat Wanis, es un haitiano de 24 años de edad, que hace tres meses reside en Barrio Norte y que durante todo este tiempo se ha desempeñado como ayudante en un taller mecánico de la población. Asegura que lo poco que sabe de castellano lo ha aprendido por sí mismo.
El migrante relató a La Estrella que cuando estaba en su país estudiaba informática, actividad que espera retomar cuando su situación se vea más estable.
Así como Josaphat, son más de ciento cincuenta los haitianos que han encontrado en Concepción un lugar para poder progresar y buscar las condiciones de vida que en su país de origen, desafortunadamente, no han podido hallar.
En esa misma línea se encuentra Agustín Beaucicot, quien llegó a Chile junto a su familia hace un año y tres meses. La mayoría de los haitianos se concentran a lo largo de la calle Manuel Gutiérrez.
Agustín, afirma que no le ha costado relacionarse con el resto de la comunidad, pues, ya tiene un dominio del español, el cual aprendió mientras vivió durante trece años en la República Dominicana. Además tomó clases del idioma durante dos años.
"Trabajo en el Parque Industrial Ejército y no he tenido problemas. Cuando algo no lo sé he encontrado personas que me han ayudado y me han dado la información que necesito. El frío es lo que, a veces, más nos afecta", aseguró a La Estrella.
Por otro lado, Ronald Geddeon apenas cuenta con un mes en la ciudad y no habla castellano. Gracias a la traducción de Agustín se pudo conocer un poco acerca de sus vivencias.
Ronald asegura que durante el corto tiempo que lleva en el país ha encontrado mucho apoyo por parte de la comunidad en la que reside y ya cuenta con un trabajo que le ha permitido poco a poco ir surgiendo.
Penquistas
Luis Arenas es un comerciante de la población que -aseguró a La Estrella- siempre trata de ayudar a los haitianos que viven en su barrio brindándoles lo que esté a su alcance.
"Les trato de encontrar trabajo, ropa, enseres y cosas que les puedan faltar y sé que necesitan", agregó.
" No tengo ningún problema con ellos y he visto que en la comunidad tampoco. A veces ellos hablan con un tono de voz más alto que nosotros. Eso a mí no me molesta, pero hay a otros que sí", sostuvo.
La presidenta y fundadora de la Unión de Inmigrantes del Biobío, es la penquista Carmen González, quien, desde mayo del año pasado, ha trabajado, junto a otros colaboradores, en brindar apoyo y acompañamiento especial a los migrantes haitianos. Dice que les ayudan primero con el idioma.
"Mi amiga Annette Gómez, es la otra fundadora de la agrupación con la cual nos ha tocado ayudar a estos migrantes con el tramite de sus visas. También les asesoramos en la búsqueda de arriendos y brindándole apoyo espiritual, que también es necesario", finalizó.