Así crearon lista de sospechosos que fue descartada por policías
En 1999 Carlos Stuardo era comisario de la PDI. Trabajó, en ese entonces, en la arista que llevó a la jueza Rivas a su conclusión del Caso Matute.
El subprefecto en retiro de la PDI, Carlos Stuardo, en la tranquilidad de su hogar, está pendiente de las noticias, en especial de las crónicas policiales. Es algo que, con los años, no ha podido dejar atrás. De pronto, en el informativo, escucha las palabras de la ministra Carola Rivas refiriéndose al término de sus diligencias en el Caso Matute.
Stuardo hace una pausa y recuerda los primeros días de la investigación, en los cuales él y su equipo alcanzaron a indagar la arista hoy conocida como "Hoja de Parra", tesis que fue descartada a los pocos días de ocurrida la desaparición de Jorge Matute. Finalmente, fue dicha hipótesis la que llevó a la jueza a la verdad de lo ocurrido con el joven universitario.
-¿De qué forma nació la teoría que usted y su grupo investigaron?
"Esa noche hubo una fiesta tecno a la que llegó mucha gente a través de free pass. Había mucha gente de Chillán y Los Ángeles y a ese ambiente llegaron hartas personas homosexuales. Gente muy ordenada, de muy buena posición, que no armaba mucho alarde ni generaba ningún tipo de problema, pese a que era conocido que en las discos de Concepción se armaban muchas peleas".
-¿Cómo logró avanzar en esa arista y obtener los primeros datos que después le sirvieron a la jueza Rivas?
"Infiltré a colegas. Ellos se pusieron, prácticamente, a convivir con el ambiente homosexual de esa época. Elegí a quienes yo consideré más acordes para ese trabajo y fue así como supimos sobre más fiestas, más lugares o zonas que estas personas frecuentaban. Íbamos bien encaminados. Lamentablemente, nos cortaron las manos cuando el señor (comisario Héctor) Arenas nos dijo 'hasta aquí llegamos' y ahí quedó todo, nomás. Nunca estuvo de acuerdo con mi forma de investigar. Eso fue algo que, según yo, le llamó la atención a la ministra Rivas".
-¿De qué forma lo ubicaron y cómo pudo volver a aportar al Caso Matute?
"La ministra me trató de ubicar muchas veces, pero no podía encontrarme. En realidad, yo ya no quería saber más del caso por todos los problemas que me trajo. Un día me llamaron de un número que no conocía y pese a que no acostumbro a contestar llamadas que desconozco, contesté. Era la propia ministra, la señora Carola Rivas. Me dijo que no tenía nada que ver con Arenas y que, por favor la ayudara, o si no, me iba mandar a buscar. Yo no sabía de qué forma podría aportar, pero luego me comentó que yo tenía valiosa información. Así que fui a la Corte de Apelaciones. Nos presentamos y le dije que si realmente estaba dispuesta a creer lo que yo le iba a decir, que le iba a cooperar en todo. Pero que si esto lo iba a tomar y a dejar de lado como antes ya se había hecho, mi disposición no iba a ser la misma. Eso fue ya después de que ella conociera la causa de muerte por pentobarbital".
"Fue así como ella llegó después al cuartel de Angol, donde encontró una carpeta olvidada en la que estaban todas las declaraciones que yo había tomado respecto a los homosexuales y a mi línea investigativa. Luego hablamos sobre una persona con identidad protegida, la cual le di, y que le permitiría continuar consiguiendo valiosa información. Así es como empieza a investigarse esa parte, esa teoría sobre la cual nunca dejé de tener razón".
-La ministra Rivas señaló que se generó una "situación más bien doméstica" entre usted y el comisario Hérctor Arenas.
"Cuando me dan el caso y comienzan a hacerse las primeras investigaciones fue un tiempo de verdaderas bataholas. Aparecían cadáveres, teorías y testimonios. Al poco tiempo, llegó el señor Arenas quien venía con instrucciones precisas y se transformó en el hombre a cargo. Terminamos trabajando en conjunto y, mientras nos poníamos de acuerdo, le digo que hagamos un empadronamiento de todos los moteles de los alrededores. Al día siguiente, me llamaron desde mi jefatura y me preguntan qué había hecho yo la noche del 20 de noviembre. En un rincón veo a Arenas. Me lo consultaron con algo de enojo, porque la patente de mi camioneta había quedado registrada en un motel que estaba al lado de La Cucaracha. Pero resulta que yo solamente andaba en mis andanzas con una dama que, finalmente, terminó declarando a mi favor, pese a que le consultaron repetidas veces si yo había atropellado, golpeado o matado a alguien. Para ellos, en ese momento, me había vuelto un sospechoso de la desaparición del Coke. Si yo hubiera tenido que ver, jamás hubiera pedido que empadronaran los moteles".
-¿Cree que hubo algo personal en su contra?
"Por supuesto. Sentí envidia, porque yo era una persona conocida en la zona, que sabía lo que pasaba alrededor, en las noches. Pero él (Arenas) no tenía ese conocimiento. Incluso lo encaré por eso, pero él ni se inmutó y prefirió darle realce a su teoría".
-¿Qué opinaba en ese momento de las otras tesis que se estaban trabajando?
"Eché por tierra desde un comienzo la teoría de Arenas. De hecho, a cinco días de la investigación, descarté cualquier tipo de participación de los jóvenes procesados. Eso lo voy a decir siempre, los cabros no tienen nada que ver. Por otro lado, sobre Bruno Betanzo, dueño de La Cucaracha, también descarté de lleno su participación. Hablé con él y siempre lo consideré una persona buena para los negocios, pero no para meterse en un problema de este tipo, independiente de que él sabía todo lo que se hablaba sobre él y que eran mentiras".
-¿Ha pensado en todos estos años en qué habría pasado con el Caso Matute si lo hubieran tomado en cuenta?
"Hubo mucha parafernalia en el caso. A lo mejor, hubiéramos logrado algo más. Pero nunca le dieron importancia a mi línea".
"Le dije (a la ministra) que si estaba dispuesta a creer lo que yo le iba a decir, que le iba a cooperar en todo"."
"A lo mejor hubiéramos logrado algo más. Nunca le dieron importancia a mi línea"."