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Maravillas hechas con tejido, diseño y talento

Macarena, de profesión diseñadora industrial, llevó adelante el negocio de su mamá, agregándole un toque personal y ofreciendo un poco de todo.
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Luis Gaona Troncoso

Chaquetas, blusas, faldas, y uniformes, son parte del repertorio de cosas que Macarena Arroyo se dedica a confeccionar y arreglar en su taller de diseño "El Ropero". Lo que partió como un negocio de su mamá, se convertió en su trabajo y su pasión.

Negocio Familiar

Macarena cuenta que su madre comenzó con el negocio de las confecciones en los inicios de la década de los 80. No fue hasta que se instalaron en la Villa San Pedro con un local que la cosa se expandió. "Mi mamá se dio cuenta que arreglar ropa era muy rentable", comenta.

Ella también cuenta que desde chiquitita que aprendió el trabajo de la confección, del tejido y de la moda. "Mi abuelita, le enseñó a mi mamá, y ella me enseñó a mí", dice.

Cuando su mamá manejaba el negocio, Macarena aparecía esporádicamente en el taller para poder ayudar a su madre. Pero en el 2011, lamentablemente su mamá falleció, por lo que tuvo que decidir si seguir con el taller o no.

"Me costó tomar la decisión, al final lo hice por un tema de melancolía y por los clientes", cuenta Macarena. Ella decidió seguir adelante con el negocio que su mamá había comenzado hace muchos años.

Actualmente, a "El Ropero" le ha ido excelente con el manejo de Macarena. Junto con los arreglos de ropa, ella diseña distintos objetos. Se ha dedicado a hacer estuches, bolsos, cosmetiqueros y obviamente, ropa.

"No me puedo quedar tranquila, siempre tengo que hacer algo, un día hago un estuche y al otro estoy arreglando una falda", adiciona.

Además de hacer uniformes escolares, ella también se dedica a la confección de cortinas. Y todo esto con la ayuda de dos modistas, quienes la apoyan en el arreglo de ropa. Pero Arroyo se dedica sola a la creación de cosas nuevas.

En un futuro, Macarena quiere quedarse en el rubro, pero además hacer clases y talleres sobre confección. Ella misma dice que es lo que más le gusta y le apasiona. "Me gusta trabajar con la gente, me gusta el tema de la capacitación", comenta.

La dueña del local cuenta que en su casa tiene un espacio sin utilizar, y que en un futuro piensa convertirlo en un lugar para hacer talleres y clases prácticas.

Maca muchas veces piensa en dedicarse a otra cosa, pero dice que al final siempre piensa en el mismo rubro, con las confecciones y los diseños originales.

"LSiempre me ha gustado el diseño. Y nunca me puedo quedar quieta, siempre tengo que estar haciendo algo"

Macarena Arroyo"

Expertos desmienten mitos sobre la mamoplastía

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¿Los implantes pueden reventarse en un avión?

Aunque no se les recomienda a los pacientes viajar durante 72 horas posteriores a una operación, en ciertos casos es mejor esperar más tiempo por las complicaciones que pueden ocurrir durante este período si es que la cicatrización no es la ideal. No es cierto que un implante mamario pueda explotar en un vuelo, ya que las prótesis no tienen aire en su interior. Esto es un mito urbano, aunque sí es importante informarse bien con el cirujano para tener claro cuáles son los plazos razonables para viajar.


¿Los implantes se rompen fácilmente?

Existen pruebas que demuestran que un implante mamario puede soportar una presión de peso mayor a 400 kilos. Es muy difícil que los implantes mamarios se rompan por golpes, incluso por accidentes de tránsito de alto impacto. Cuando se rompe un implante en general es por un mecanismo inmune del propio cuerpo del paciente, la tasa de ruptura de éstos es del 10 por ciento en 10 años, es decir luego de 10 años de la cirugía, uno de cada 10 mujeres tienen los implantes rotos.


¿La sensibilidad de las mamas se ve afectada?

Algunas pacientes experimentan aumento de la sensibilidad, otras disminución, la mayoría de las alteraciones se resuelven luego de unos tres meses, aunque en algunos pacientes puede tomar hasta dos años. Es muy raro que alguna paciente pierda sensibilidad permanente en la areola o el pezón. (Información proporcionada por la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica)