Nicolás Labra G.
Hace unos días Carlos Carmona había reconocido que en los primeros entrenamientos con Colo Colo terminaba un poco ahogado ante el esfuerzo. Ayer agregó que es distinto entrenar solo en su casa que con un balón en una práctica de equipo. El objetivo, dice, es ponerse a punto en lo físico y ser capaz de echarse al hombro la tarea de ser el único volante de quite, algo que no le incomoda.
"Yo he jugado con un volante similar al lado y otro más ofensivo, es cosa de ir adaptándose", dijo.
Baeza lo apoya más y complementa con el despliegue, mientras que Jaime Valdés se libera en lo ofensivo. "Claudio tiene más características como las mías, pero sabe con la pelota. El 'Pájaro' es más ofensivo y me deja más solo en la contención, pero me facilita la creación porque es cosa de darle la pelota para que cree algo", comentó.
El llegar a punto al debut del martes 27 ante Atlético Nacional en la Copa Libertadores es el gran objetivo. "Sé que no estoy al 100% pero para eso estoy trabajando (...) Cuando llegué acá me di cuenta que el ritmo de partidos se siente. En estos tres partidos me he intentado exigir al máximo para recuperar la forma física", sostuvo el jugador, que fue uno de los refuerzos más aplaudidos por la hinchada durante la Noche Alba, realizada la noche del miércoles ante unas 30 mil personas en el Estadio Monumental, en la que el Cacique superó por 3-1 a Alianza de Lima.
La repercusión de lo que es Colo Colo también fue parte de las reflexiones de Carmona, considerando que estuvo 10 años fuera del país: "Ahora me he dado cuenta de la repercusión que tiene en Chile. Es lo que quería en este momento de mi carrera. Uno se da cuenta que Colo Colo es un grande cuando estás acá. Afuera vas perdiendo la dimensión".
18.00 horas de este sábado, Colo Colo visita a Palestino por la tercera jornada del torneo local.