Secciones

La música en vinilo aún vive y retoma fuerza con nuevos fieles

Aunque el formato estuvo por las cuerdas a fines de los '90, a mediados de la década pasada volvió con más fuerza a conquistar a las nuevas generaciones y la industria musical nuevamente cayó rendida a su sonido.
E-mail Compartir

Alfonso Levet G.

Cuando la industria musical parecía no encontrar el remedio para las bajas ventas de música en sus distintos formatos, a mediados de la década pasada los discos de vinilo, hasta entonces un soporte casi moribundo, comenzaron a reaparecer sorpresivamente y con nuevas fuerzas.

"En realidad nunca ha pasado de moda, hoy sólo se está heredando esa rica sensación de escuchar un vinilo", cuenta Carlos Andrade, mientras busca discos de jazz en una disquería, "creo que además se ha hecho más asequible, hay más alternativas y también se han remasterizado cosas antiguas".

Si hasta hace algunos años sólo era posible encontrar discos de vinilo en negocios de compraventa o ferias, hoy el soporte físico favorito de los melómanos volvió de manera cada vez más masiva, tanto así que hasta en los supermercados se pueden encontrar ediciones de bandas actuales y del recuerdo.

Sin embargo, este renacer del disco físico también le dio un nuevo impulso a la casi olvidada costumbre de ir a una tienda a buscar un disco, y entre medio encontrarse con otros, mirar el arte de las carátulas, sentir el disco.

Un formato palpable

Así lo cree Francisco Correa, el "Doctor Vinilo", quien después de muchos años dedicado a su profesión de cocinero se decidió a abrir nuevamente una tienda de discos, como la que alguna vez tuvo en los '90 y donde el vinilo es el principal atractivo.

"El vinilo tú lo tomas, lo tocas, lees los textos, disfrutas el arte, es el formato por excelencia", plantea, mientras muestra la edición especial de un disco de INXS que había encargado y abrió para compartir al momento de la entrevista. "Siempre la gente busca el disco que quiso tener y en su momento no pudo, en mi caso siempre había discos y tocadiscos en mi casa. Me gustaba mucho del jazz, vals peruano, así que siempre escuchaba los discos de mi papá", cuenta.

Después aprendió mucho de un jefe extranjero que gustaba de la música en alta fidelidad, y años más tarde trabajaría en una radio hasta que finalmente abrió su primera disquería, en 1989.

Francisco cuenta que desde siempre le gustó escuchar música y de joven, como muchos, grababa música en cassette desde la radio, pero el vinilo siempre era el formato preferido hasta que apareció el disco compacto.

"En la década de los '90 la casa Délano empezó a traer muchos discos compactos, reproductores, entonces ahí enganché y me compré mi primer reproductor, un Sony m-79", rememora, y confiesa que por esos años vendió casi 700 discos de su colección personal, principalmente rock latino, "pero no me arrepiento", asegura.

Correa concuerda en que una de las corrientes que mantuvo vivo el formato durante los años de más bajas ventas fue el hip hop: "A ellos siempre les ha gustado el formato, pinchar los discos".

Lo básico

Para quienes aún no se deciden a abrazar el cásico formato, el "Doctor Vinilo" entrega algunas recomendaciones: "Es importante una tornamesa a la que se le pueda cambiar la cápsula, que tenga regulador de peso, que tenga anti skating y que no sea con polea, que sea directo, además, ojalá que se pueda conectar a unos parlantes análogos en buen estado".

Para un equipo de buena calidad hay que pensar en precios que parten de los $200 mil, y los discos cuestan entre 20 y 30 mil pesos en promedio, pero los precios suben si se trata de ediciones escasas o con carátulas especiales.

"Comfort y música para volar", el desenchufado de Soda Stereo, es uno de los discos difíciles de encontrar, una edición europea del álbum supera los 100 mil pesos.

"El vinilo está retomando su puesto y esto está recién empezando, va a volver a ser lo que fue 20 años atrás, pero aquí en Chile no se preocupan del arte, no se han tomado la industria como corresponde", cuestiona.

Más demanda

Con más de 30 años en el negocio de la venta de música y películas, David Santander asegura que las nuevas generaciones están conociendo el formato en vinilo, aunque seguramente lo escucharon en casa de sus padres o abuelos. "Alguna vez ellos escucharon música en vinilo, en discos de fabricación nacional que eran bien baratos".

Santander prevé un retorno "con todo" del formato, es lo que le dicen los clientes, y si hace un par de meses tenía los vinilos en un rincón, poco a poco se han ido tomando las mesas de exhibición.

"La gente mayor viene a buscar cosas que dejó pendientes, retomó eso. Les gusta vivir el ritual del vinilo, sacar el disco, ver la carátula, disfrutar de la música con sus amigos en la casa", asegura David, que casi a diario recibe peticiones de discos que se encarga personalmente de traer para sus clientes más cercanos.

"Los peores años fueron tras la crisis económica de fines de los '90, pero al que gusta de la buena música siempre va a preferir tener la música en un formato físico, aunque exista todo un mundo digital", asegura.

Las fábricas que alguna vez prefirieron producir discos compactos están dejando ese formato para volver, arrepentidos, a producir los discos de vinilo, que desde 2005 aproximadamente volvieron a tomar fuerza.

La fidelidad y calidez del formato, alguna vez casi extinto, hoy sigue viva.

Francisco recorre la región y el sur del país en ferias donde la gente llega a reencantarse con un formato que cada vez cautiva más. "La única planta del mundo que no cerró nunca fue una checoslovaca, ahora para sacar copias ahí hay que pedir hora con un año de anticipación".

"El vinilo está retomando su puesto y esto está recién empezando".

Francisco Correa,, Disquería Penquista"

"Los más jovenes están conociendo el formato ahora, pero alguna vez escucharon música en vinilo"

David Santander,

Disquería Sonidos"