La formación de carreras técnicas profesionales, denominada también como educación vocacional, ha sido y será el pilar del desarrollo en los países del primer mundo y está llamada a cumplir la misma tarea en Chile.

La Educación Técnico Profesional (ETP) representa hoy la integración de dos áreas fundamentales, por un lado el desarrollo y movilidad social, ya que muchos de sus alumnos provienen de los menores quintiles de ingresos y muchos de ellos son primera generación en acceder a la educación superior, y por otro lado, un motor de desarrollo económico para el país, por cuanto representa una herramienta de desarrollo de capital humano de alta empleabilidad en los diversos sectores productivos.

Carreras más cortas, mallas flexibles y una formación orientada al mundo del trabajo, son los principales elementos que los estudiantes analizan al momento de escoger una carrera técnica. En Chile, cada vez más personas optan por matricularse en un Instituto Profesional (IP) o Centro de Formación Técnica (CFT) al egresar de cuarto medio, decisión que se condice con un ritmo de vida dinámico y un campo laboral cada vez más competitivo.

Los Técnicos Profesionales son un motor impulsor en la productividad de las empresas, ya que incorporan el conocimiento adquirido en trabajos especializados y tecnificados, que es lo que hoy busca la industria, aportando a formar los profesionales que Chile requiere para su desarrollo.

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